Un plan de diez puntos para la paz en y con Iraq

Propuesta del instituto sueco «The Transnational Foundation for Peace and Future Research»

hd. Desde el comienzo de la guerra del Iraq, personalidades y asociaciones han reflexionado repetidamente cómo poner fin a la guerra y de qué modo el país puede lograr su pacificación. Ésto es poco conocido públicamente. Algunos de esos planes están trabajados detalladamente y merecen ser discutidos en su profundidad y alcance. A continuación está documentado un resúmen de los diez puntos de un plan formulado hace corto tiempo, para poner fin a la ocupación norteamericana en Iraq. Este plan ha sido ­elaborado por el director del instituto sueco para la paz TFF, Jan Oberg, conjuntamente con Hans von ­Sponeck (Ginebra), durante años diplomático de la ONU, Annabel McGoldrick (Sydney), ­Vicki Rossi (Jerusalén) y Annette ­Schiffmann (Heidelberg). El texto completo del plan de paz se encuentra en inglés en la página Web del instituto sueco – www.transnational.org.

1.    Fin de la ocupación con el retiro de las tropas extranjeras y mercenarias y el desmontaje de las bases militares
La actual existencia de grupos organizados de resistencia en Iraq es una consecuencia directa de la invasión en 2003 y la consiguiente ocupación. Lo mismo sucede con grupos terroristas como al Qaeda y al Qaeda en Mesopotamia. Las fuerzas de ocupación han provocado una situación similar a una guerra civil, estimulando la rivalidad entre grupos de distintas etnias o sectas. Los conflictos actuales y la violencia entre los iraquíes – por ejemplo entre musulmanes chiítas y sunitas – no se hubieran producido sin la ocupación y la intromisión de afuera. Iraquíes de todos los niveles sociales están convencidos de que el retiro de las tropas extranjeras más bien llevaría a una disminución, que a una escalación de la violencia.
El fin de la ocupación debe ir acompañado con el cierre de bases militares, el retiro de tropas extranjeras, fuerzas privadas de seguridad y mercenarias, así como una reducción de la embajada norteamericana. Todos ellos encarnan una fuerza de ocupación y sus intereses en las reservas de energía de Iraq.

2.    Restablecimiento y respeto de la soberanía e integridad territorial iraquí
Hay demasiadas interpretaciones simplistas sobre el país Iraq. Una dice que allí existen en principio tres grupos claramente diferentes entre sí: los kurdos en el norte, los sunitas en el centro y los chiítas en el sur. Esta consideración, no sólo confunde la pertenencia étnica y la religiosa sino que de hecho es errónea. Primero, los kurdos son, en su mayoría, sunitas, y segundo, los árabes y los kurdos tradicionalmente se han mezclado en casi todas las regiones del país. Antes de la invasión, vivían en Bagdad un millón de kurdos aproximadamente – la concentración más grande del mundo dentro de una ciudad.
La «teoría de los tres grupos» ha llevado a algunos profanos a considerar imprudentemente a Iraq como un país dividido en tres zonas autónomas, e incluso, hasta totalmente separadas entre sí. La contribución internacional para apoyar al país, debe sobre todo tener como meta ayudar a Iraq como a una unidad y no como a un país dividido en tres partes. Igual qué ocurra allí, es cuestión de los iraquíes el decidir y establecer un acuerdo al respecto.

3.    Una misión de paz conducida por las Naciones Unidas
Si la ONU quiere ser convincente como aliada, debe mostrar claramente que está dispuesta a una respetuosa alianza con el pueblo iraquí. Además, una amplia misión de la ONU debe ir unida y ser acorde con la Liga de los Estados Árabes, la Organización de la Conferencia islámica (OCI) el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y eventualmente con la Organización para Seguridad y Trabajo Conjunto en Europa (OSCE) y la Unión Europea.
Hay que insistir nuevamente en el hecho que, aproximadamente los 26 millones de ciudadanos iraquíes - incluyendo los que viven en Kurdistán bajo mejores condiciones y mayor seguridad – sufren de una manera como nunca ocurrió en la edad moderna. En este contexto, se hace explícitamente referencia a los 2 millones de desplazados dentro del país y los 2,5 millones de refugiados que han abandonado el país.

4.    Condonación de la deuda
45 estados han decidido que las deudas que tiene Iraq con ellos sean condonadas. La suma en total es de unos 140 000 millones de dólares americanos. Este es un paso en la dirección indicada. La condonación de la deuda debe ser confirmada inmediatamente después que se haya llevado a cabo.

5.    Indemnización internacional por sanciones, invasión y ocupación
Son conocidos los enormes costos que tuvo EE.UU. a causa de la invasión y la ocupación. Pero no hay ningún cálculo de los costos de la sociedad iraquí a causa de la destrucción física, mental, social y cultural. No se trata aquí de ayuda para el desarrollo sino de indemnización por los efectos de la guerra, ocupación y sanciones. En 1991, la ONU hizo responsable al Iraq por las destrucciones ocurridas durante la invasión a Kuwait. Para ésto se creó la comisión para indemnizaciones de la ONU (UNCC). Gobiernos, empresas e individuos hicieron un reclamo de 350 000 millones de dólares americanos por daños y perjuicios. El 30 % del dinero que en Iraq estaba destinado para programas humanitarios se lo destinó para satisfacer estas exigencias, mientras que, al mismo tiempo, la mortalidad infantil llegaba a su punto culminante.

6.    Poder soberano sobre los yacimientos de petróleo
Iraq posee los yacimientos petrolíferos más grandes del mundo. Tiene que ser parte del proceso de pacificación que Iraq recupere totalmente su poder soberano sobre sus yacimientos y las ganancias futuras. Ésto significaría, que todos los «acuerdos» opuestos, proclamados por la «Coalition Pro­visional authority» (CPA, las antiguas autoridades de ocupación de EE.UU.), deben ser declarados nulos.

7.    El Oriente Próximo – una zona libre de armas de destrucción masiva
Ya hace mucho tiempo que el Consejo de Seguridad de la ONU y la Asamblea General han persistido en que el Oriente Próximosea una zona libre de armas y de armas de destrucción masiva. Ésto concierne a todos los países del cercano y medio oriente, incluyendo Israel que desde hace décadas pertenece a las potencias nucleares, y otros países como Irán, que posiblemente quiera llegar a serlo. No puede haber paz en esa región mientras no se realice un desmantelamiento de armas nucleares y otras instalaciones de armas de destrucción masiva.

8.    Proceso de búsqueda de la verdad y reconciliación
La violencia social y psicológica que sufren millones de iraquíes queda eclipsada en el debate público y los medios, por la dimensión de la destrucción material. Pero no sólo los que han sufrido daños materiales tienen derecho a ser ayudados, sino también los millones que han sufrido psicológicamente. Al igual que los países que vivieron conflictos en el pasado, Iraq va a necesitar un proceso social y regulaciones institucionales adecuadas, para tener la seguridad que toda la verdad sobre su historia actual se llegue a conocer y sea documentada.

9.    Trabajo conjunto de los habitantes entre sí
Los gobiernos solos no están en condiciones de corregir sus errores. Es absolutamente necesario, que el trabajo conjunto entre los habitantes sea parte del proceso de pacificación en Iraq. Dentro del equipo exterior que la nueva misión de la ONU quiere alentar para trabajar en Iraq, deberían incluirse médicos, enfermeras, ingenieros, asistentes sociales, maestros e instructores. A los jóvenes iraquíes que han perdido muchos años por las sanciones y la invasión, se les debería otorgar becas para dentro y fuera del país. Muchas de estas iniciativas pueden tomarse cuando las condiciones de seguridad lo permitan. Hasta que ésto sea posible, se puede impulsar la comunicación utilizando los medios electrónicos.

10.    Una indemnización que abarque toda la región
Actualmente, todas las crisis en las diversas regiones del oriente cercano y medio están en acción recíproca entre sí; no pueden solucionarse aisladamente. Por eso, una iniciativa importante para la pacificación, será el crear una conferencia regional permanente para discutir sobre paz, seguridad y desarrollo en el oriente cercano. Esta comisión estará bajo la conducción de la ONU y la Liga Árabe, y en ella deberán participar todas las partes de los distintos conflictos, incluyendo gobiernos, organizaciones regionales y la sociedad civil. Es importante remarcar, que una conferencia regional debe incluir realmente a todos. Ninguna parte debe quedar fuera.    •

(Traducción Horizons et débats)