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Horizons et debats  >  archives  >  2008  >  N°9, 3 mars 2008  >  Los países grandes deben también respetar el derecho [Imprimer]

Los países grandes deben también respetar el derecho

Consideraciones del derecho internacional con respecto al reconocimiento del Kosovo

Interviú al Prof. Thomas Fleiner, Instituto para federalismo, Friburgo, Suiza

Horizons et débats: En general, el día del reconocimiento del Kosovo se lo presentó en los medios como un día feliz. ¿Cómo lo ve Usted?

Thomas Fleiner: En primer lugar, yo creo que al Kosovo pertenecen también los miembros de la comunidad serbia al igual que todas las otras minorías (Roma, Goran etc.). Y, sobre todo para la comunidad serbia, seguramente no es un día feliz. La pregunta si para los kosovares es un día feliz, habría que hacérsela bajo el punto de vista: ¿Qué pueblo es en realidad el que tiene derecho de autodeterminación (lo que, según el derecho internacional, no implica la atribución de una secesión unilateral siguiendo el modelo kosovar)? ¿Es el pueblo serbio incluyendo a los kosovares, o es sólo el pueblo kosovar de origen albanés el que se puede alegrar, excluyendo a todos los serbios, tanto en Kosovo como en Serbia? ¿No debemos encontrar una solución de la que todos se puedan alegrar, que sea aceptable para todas las personas en cuestión, es decir, una solución que, en definitiva, sea legítima para todos? Justamente ahí reside el problema: ¿Cuál es el pueblo que tiene derecho de autodeterminación? ¿Es el pueblo de la constitución serbia, es decir, todos los habitantes de Serbia inclusive Kosovo – el pueblo de la nación ahora miembro de las ­Naciones Unidas – o es el pueblo sólo un pueblo étnico, es decir, sólo los kosovares de origen albanés? Pero si sólo son los kosovares ¿qué ocurre con el pueblo de los serbios que también viven en Kosovo y forman una comunidad? De este modo, ¿cómo se justifica el derecho a ser una nación multiétnica, según lo alegan repetidamente los kosovares e incluso nuestra ministra del exterior?

El gobierno de Thaci ha anunciado que se dictará una constitución que contenga leyes para la protección de minorías.¿Cómo es su apreciación al respecto?

Ya que se habla de la protección de minorías, y la protección de minorías se toma en serio, por lo menos habría que darle a esas minorías el derecho a participar en la decisión sobre el status que debe tener una provincia. Pero los serbios en Kosovo nunca fueron consultados al respecto. Se les dice: «Vamos a garantizar vuestros derechos en cuanto seamos independientes, pero sobre la cuestión si participáis o aprobáis la independencia, sobre eso no tenéis derecho a jugar un papel.» ¿En qué medida es creíble la promesa de la protección de minorías? Al solucionar el problema de Jura en Suiza, se tomaron en cuenta exactamente los diversos sentimientos de pertenencia dentro de la población, lo que llevó a una división del Jura en una parte con mayoría católica y una parte con mayoría protestante.

Paul Williams, consejero americano del lado kosovoalbanés, quiere legitimar el reconocimiento del Kosovo con el llamado concepto de «earned sovereignty», soberanía ganada. Como Kosovo estuvo unos años bajo control internacional y ciertos derechos de soberanía le fueron concedidos, se ha ganado la soberanía. ¿Lo ve también así?
    ¿Puede ser éste un medio para la solución de conflictos territoriales y un ejemplo para otras regiones de la tierra?

De ninguna manera lo veo así. El concepto de «earned sovereignty» se desarrolló tal vez en teoría, pero dentro del derecho internacional no es reconocido en absoluto. Quiero recordar, que en 1921, cuando se cuestionaba la soberanía finlandesa en las islas Aaland, uno se preguntó si esas islas, con una clara mayoría sueca y el deseo de independizarse de Finlandia y de pertenecer a Suecia (petición con el 96  % de la población) deberían pertenecer a Suecia, ser totalmente independientes o si deberían permanecer en Finlandia. Y la comunidad internacional lo vió claramente: si ahora garantizamos el derecho de autodeterminación a los suecos en las islas Aaland, es muy peligroso para todos los otros conflictos de minorías existentes. Por tanto, se le pidió a Finlandia de prever una soberanía substancial. Eso es exactamente lo que está previsto para Kosovo en la Resolución 1244 de la ONU. Cuando el Consejo de Seguridad emitió esta Resolución, nadie habló de una tal «earned sovereignty». Le diría más, si es que se quiere hablar de esa llamada «earned sovereignty», sobre todo habría que abordar también el tema de la soberanía de los pueblos autóctonos de EE.UU., Latinoamérica, Canadá, Australia y Nueva Zelandia. Aquí justamente EE.UU., Australia y Nueva Zelandia rechazaron claramente una Resolución de las Naciones Unidas, que de ninguna manera quería otorgar la soberanía a los pueblos autóctonos, sino una cierta autonomía dentro de sus estados.
Por lo tanto, de ningún modo se puede hablar de una «earned sovereignty» como institución dentro del derecho internacional. Ni siquiera CSCE (más tarde OSCE) ha formulado que una comunidad, por sí misma, tenga el derecho a una soberanía e independencia unilateral. Al contrario, en las actas de Helsinki, los estados se comprometieron por contrato en 1975 (también Suiza) a no violar los límites y garantizar la autonomía y el derecho de autodeterminación de sus minorías dentro de esos límites, pero no el derecho a fundar un estado propio soberano.
El concepto «earned sovereignty» es muy peligroso, porque establecería justamente el derecho a una secesión unilateral, lo que llevaría a una desintegración y al caos dentro del orden mundial actual. El derecho de autodeterminación según el derecho internacional, se funda en el derecho de las comunidades a una autonomía interna frente al estado, pero no a un derecho de autonomía absoluta, como le corresponde sólo a los estados miembros de las Naciones Unidas.

¿Cómo estima las declaraciones del Jefe de Gobierno serbio y otros representantes del país, que llaman a la unidad en la lucha por el Kosovo?

El gobierno serbio está obligado por su constitución a garantizar el territorio. En el ­artículo 53 de la constitución suiza, nosotros tenemos claramente garantizado el territorio de Suiza y el territorio de los cantones. Además de ésto, tenemos una disposición en derecho penal, según la cual, cada persona que abogue por la secesión de una zona de Suiza, se hace punible. Las autoridades serbias están obligadas por su constitución a garantizar la inviolabilidad de su territorio, incluyendo Kosovo. La constitución los obliga a hacerlo.
Pero, por otro lado, hay que considerar, que las autoridades serbias han dicho claramente que no quieren lograr esa meta por medio de la fuerza militar, sino que quieren proteger su territorio diplomáticamente y con otros medios.
No olvidemos al mismo tiempo, que Gran Bretaña aún en 1982 entró en guerra con Argentina para proteger el territorio de las Islas Malvinas, situadas a 6000 kilómetros de distancia de su territorio.

El reconocimiento del Kosovo fue llevado adelante, en primera línea, por EE.UU. y algunos países de la UE. Pero también dentro de la UE es controvertido y es rechazado por distintos países, ya que temen entre otros motivos, que así pueda sentarse un precedente para otros conflictos.

Si, el problema es que primero, los norteamericanos, y también algunos países de la UE, afirman que la separación unilateral del Kosovo de Serbia es un caso aislado – remitiéndose también a la «earned sovereignty» proclamada por Williams – y que por lo tanto, ninguna otra comunidad puede referirse a Kosovo como un precedente. El que entiende algo sobre ésto, sabe que no es el precedente él que decide si quiere ser modelo para los casos próximos, sino que son los casos próximos los que se remiten a ese precedente. Sólo dictadores creen que sus decisiones que no sientan un precedente para el futuro. Es un hecho que los catalanes, los vascos, los tamiles, los habitantes de Abchasia, de Trans­nistri (Moldavia) etc. ya han apelado a ese precedente. En todas estas zonas de conflictos se trata de minorías, de comunidades que reclaman para sí el derecho de formar un nuevo estado. Todos ellos afirman que su autodeterminación unilateral está por delante del derecho de sus estados a la soberanía. Justamente aquí está el precedente que podría motivar que el órden mundial caiga en la anarquía. Sostener aquí que el caso del Kosovo no sienta un precedente, me parece una osadía increíble. Pero, sin duda, afirmaciones hechas por diplomáticos no fundamentan nuevas bases legales. Al mismo tiempo, no hay que olvidar que, en definitiva, también la comunidad serbia en Kosovo podría remitirse a esa «earned sovereignty». Esa comunidad ha sufrido terriblemente durante la administración de la ONU desde 1999, se opone con todos los medios a la independencia de Kosovo y desde entonces una gran parte de sus miembros (unos 250 000) tuvo que refugiarse en Serbia!

En las informaciones periodísticas sobre la cuestión del status del Kosovo en general, siempre volvía a insistirse en que la secesión unilateral si bien no está legitimada por el derecho internacional, pero a causa de las atrocidades por parte de los serbios en su momento, está moralmente justificada.

Bueno, de moral no hablaría aquí. Sobre moral seguramente no se puede hablar porque el gobierno kosovoalbanés y sobre todo la UNMIK en Kosovo, en principio desde 1999, han tolerado atrocidades increíbles contra la población serbia. Las atrocidades se han cometido desde hace siglos en las dos partes. Pero una solución puede encontrarse solamente cuando se busca el consenso entre ambas.
Una secesión unilateral, que es un atropello a la otra parte, y además viola el derecho, una solución tal, a mi modo de ver, sólo puede provocar nuevas atrocidades y actos de venganza. De ninguna manera logra estabilidad en la región.

¿Cuáles son según su opinión las consecuencias de la declaración de esta independencia? ¿Cómo aprecia el reconocimiento del Kosovo por parte de Suiza?

Espero que no tenga razón la CIA, que ya dijo hace 20 años, que si estalla la tercera guerra mundial, va a estallar por motivo del conflicto del Kosovo. Temo que con este proceso, muchos conflictos por minorías se agudicen.
Segundo, y encuentro que ésto es lo más grave en toda esta situación, se va a socavar la credibilidad en el derecho y el estado de derecho. Alemania, uno de los estados pioneros en cuanto a estado de derecho, al igual que Francia, Gran Bretaña y también EE.UU., se ponen irresponsablemente por encima de la Resolución 1244 y deciden como les resulta políticamente conveniente. Yo pertenezco a un pequeño país y soy de la opinión que los pequeños estados son las peatonales en el tránsito internacional y dependen de que los camiones pesados respeten las reglas del tránsito en las calles. Así también nosotros dependemos de que los países grandes respeten el derecho.
La tercera consecuencia va a ser que la ONU y su garantía de paz, va a ser marginalizada. Como en Iraq, se formará nuevamente una coalición de voluntarios, que le dan la espalda al sistema de la Carta de las Naciones Unidas. Lo que ésto significa para el futuro de la paz mundial, es imprevisible.
Suiza puede, naturalmente, como simpatizante de los países vecinos, reconocer al Kosovo. Pero con ello no sólo transgrede el principio de no violación de límites que firmó en el Acta de Helsinki. Niega además la soberanía de Serbia sobre 15 % del territorio y de los habitantes de ese territorio, contribuye a una situación insegura de derecho, intolerable y contraria a los derechos humanos para muchas personas que viven en Kosovo, ya que esas personas están divididas entre la lealtad al Kosovo por un lado, y a Serbia que no reconoce al Kosovo, por el otro. Pierde la credibilidad de su neutralidad frente a Serbia, y también frente a los demás estados que consideran esa unilateral secesión como ilegal. Viola la Resolución 1244 de la ONU, que obliga a todos los estados a respetar la soberanía y la integridad territorial de Serbia sobre el Kosovo.
Por otra parte, Suiza, no siendo simple simpatizante, tendría la posibilidad de abogar con credibilidad por la defensa del derecho y el respeto del derecho internacional frente a la comunidad internacional.
Hasta ahora Suiza se consideró siempre como protectora del derecho y el estado de derecho.
Suiza hubiera tenido la oportunidad de posicionarse internacionalmente como un estado que da prioridad al órden del derecho internacional, por sobre cualquier interés político y a corto plazo.
En 1965 Suiza ratificó el Acuerdo Europeo para el arreglo pacífico de conflictos. Desde siempre se entendía a sí misma como un estado que está comprometido solamente y en su totalidad al derecho internacional. Dentro de esta tradición y mentalidad, nuestro país tendría que haber invitado a Serbia a presentar el conflicto con el Kosovo frente al ­Tribunal Internacional y aceptar el fallo de ese Tribunal. Así nuestro país hubiera podido prestar una contribución histórica para el afianzamiento del derecho internacional en el mundo.

Muchas gracias por este interviú    •