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18 juillet 2016
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Horizons et debats  >  archives  >  2009  >  N°34, 31 aoÛt 2009  >  Planes diabólicos de la UE [Imprimer]

Planes diabólicos de la UE

La Unión Europea ha decidido hacer posible la aplicación de la pena de muerte para insurrectos. ¿No lo cree? ¿Los medios no lo han informado? Entonces tome asiento y respire hondo.
En todos los países miembros de la UE ha sido abolida la pena de muerte. En caso de disturbios internos, lo peor que le espera a un cabecilla es la cárcel. Pero con el Tratado de Lisboa, en la UE se permitirá nuevamente la pena de muerte para los insurrectos. A raíz de la crisis económica, la UE cuenta con graves disturbios internos en muchos de los países miembros – por eso presiona para que el Tratado de Lisboa entre en vigor lo más rápido posible.
En junio de 2008, los irlandeses votaron en contra el Tratado de Lisboa y con ello bloquearon su puesta en vigencia. El tratado de Lisboa extenderá considerablemente el poder de los 27 comisarios de la UE, se creará el cargo de un presidente de la UE con amplios poderes, las leyes nacionales de los países miembros se convertirán en gran mayoría en reliquias, y en casos especiales, será posible la pena de muerte.
Con la puesta en vigor del tratado de reforma de la UE, ésta será permitida siempre que sea necesaria, para reprimir, de acuerdo con la Ley, una revuelta o insurrección. La pena de muerte se podrá imponer también por delictos en tiempos de guerra, o de peligro inminente de guerra. Todo esto fue publicado en letra chica en el boletín oficial de la UE en las explicaciones de la carta constitucional de la UE, que tendría valor legal con la puesta en vigor del Tratado de Lisboa. Ese párrafo parece que nadie lo ha leído. En el artículo 2 de la nueva carta constitucional figura:
«Queda abolida la pena de muerte. Nadie podra ser condenado a tal pena ni ejecutado.» Esto parecía claro – pero en letra chica lo que aparece son las excepciones.
En esas aclaraciones en letra chica sobre el Tratado de Lisboa aprobado por el Bundestag alemán figura que:
«(2) La muerte no se considerará infligida con infracción del presente artículo cuando se produzca como consecuencia de un recurso a la fuerza que sea absolutamente necesario:
    a) en defensa de una persona contra una agresión ilegítima;
    b) para detener a una persona conforme a derecho o para impedir la evasión de un preso o detenido legalmente;
    c) para reprimir, de acuerdo con la Ley, una revuelta o insurrección.»
Para todos aquellos que quieran saberlo exactamente: La cita es del boletín oficial de la Unión Europea, del 14 de diciembre de 2007. De esa manera, en letra chica, la abolición de la pena de muerte queda relativizada y anulada.
Según el párrafo citado c), en caso de que la pena de muerte sea necesaria para reprimir, de acuerdo con la Ley, una revuelta o insurrección, entonces dentro de la UE, ésta será posible en el futuro – a pesar de estar prohibida oficialmente. ¿Lo sabía? En abril de 2008, con los votos de la Unión, SPD, FDP y Verdes, el parlamento alemán aprobó, con dos tercios de mayoría, la transferencia de la soberanía alemana a favor de la UE, el Tratado de Lisboa, así como el restablecimiento de la pena de muerte en la UE para insurrectos incluído en él. En el debate, la canciller Angela Merkel (CDU) estimó el tratado de reforma de la UE como un gran proyecto.
Con la puesta en vigor del Tratado de Lisboa, el gobierno de la UE se convertirá en un poderoso gobierno central – como en otra época la Unión Soviética. Las repúblicas en particular, se tornan insignificantes y deben renunciar a sus propios intereses para el bien del imperio. Los irlandeses, quienes contrariamente a los alemanes por lo menos fueron consultados en un referendo sobre la reforma de la UE, y sobre la tranferencia de su soberanía que esta supone, en el referendo de junio de 2008, rechazaron el Tratado de Lisboa, también a causa del restablecimiento de la pena de muerte. En el otoño de 2009, en Irlanda se realizará una nueva votación.
Para que todo funcione de acuerdo a lo planeado, el 18 de marzo en Bruselas los 27 comisarios de la UE acordaron secretamente un golpe: antes de la votación en Irlanda, querían romper con varias leyes irlandesas. Así, a pesar de la prohibición de campañas propagandísticas en los medios estatales, la UE llevó a cabo una campaña política de propaganda en Irlanda por el voto a favor del Tratado de Lisboa. Ésta fue financiada con el dinero de los contribuyentes de los ciudadanos de la UE. Para que en la nueva elección en el otoño los irlandeses voten favorablemente, el 18 de marzo en Bruselas, los 27 estados acordaron la compra de votos. Así, los obispos que en las iglesias prediquen a favor de la tranferencia de la soberanía irlandesa y del Tratado de Lisboa, recibirán dinero de los fondos de la UE. La dirección del parlamento europeo fue la iniciadora. Ésta dió a conocer incluso oficialmente, que quería ver corregido el „no“ irlandés lo más rápido posible, incluso presionando directamente a los obispos irlandeses. A muchos de los comisarios de la UE, esto les pareció demasiado descarado y acordaron una compra encubierta de votos.    •

De: Udo Ulfkotte, Vorsicht Bürgerkrieg! (¡cuidado guerra civil!), p. 361-363
(Traducción Horizons et débats)