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Horizons et debats  >  archives  >  2009  >  N°1, 5 janvier 2009  >  ¿Qué necesitamos realmente los seres humanos en nuestro planeta y cómo queremos configurar nuestro futuro? [Imprimer]

¿Qué necesitamos realmente los seres humanos en nuestro planeta y cómo queremos configurar nuestro futuro?

Reflexiones al comienzo del nuevo año

por Karl Müller

La campaña electoral y la elección del próximo presidente norteamericano Barack Obama llevó a mucha gente en el mundo, profundamente defraudada después de ocho años de presidencia de George W. Bush, a encontrar en los dos slogans de Obama «change» (cambio) y «hope» (esperanza), la promesa de un mundo mejor. A esto se agrega el hecho de que, por primera vez en la historia, un afroamericano, es decir alguien perteneciente a un grupo social marginado desde hace siglos, presentó su candidatura y fue elegido presidente.
Pero ¿serán suficientes esas promesas para mejorar el mundo en que vivimos? ¿No es más bien el momento, unas semanas antes de la toma de poder del nuevo presidente, de hacer una verdadera cesura, de mirar sinceramente hacia atrás y preguntarnos qué cometidos deberá afrontar el mundo en los próximos meses y años?
¿Qué necesitan los seres humanos para mejorar la situación?
La respuesta a esta pregunta esencial no podemos dejarla en manos de los think tanks profesionales de los grandes poderes, partidos y grupos de intereses, de los cuales, lamentablemente, es de suponer que están más interesados en el bien particular de sus clientes y financieros que en el bien común.
Debemos reorientarnos y sobre todo … reflexionar nosotros mismos.
Reconocer que el derecho internacional es válido para todos y que debe ser respetado por todos. En nuestra época de armas de destrucción masiva – atómicas y biológicas entre otras – la razón del más fuerte, a nivel mundial, debe ceder lugar al derecho internacional, de lo contrario la existencia de la humanidad está amenazada.
Los crímenes de guerra, la miseria y la indigencia que ha tenido que soportar el mundo en los últimos años en nombre de la «democracia», exigen una reparación que sólo puede llevarse a cabo cuando finalmente las culturas se respeten mutuamente. Sólo sobre esta base, los pueblos del mundo pueden crear estructuras basadas en la igualdad, que aseguren a cada pueblo la libertad de organizar y desarrollar su propia economía, cultura y su cooperación a nivel internacional.
Nadie puede decir que conoce la solución para los problemas actuales, pero existen puntos de partida. Entre ellos, se encuentran bases para la búsqueda de un nuevo sistema económico, que, a raíz de la crisis económica mundial actual, han sido propuestas por parte de importantes economías políticas como Japón, China o Rusia.
En su discurso sobre la situación del país el 5 de noviembre, el día de la elección de Obama, el presidente ruso, Dimitri Medvedev, señaló que el mundo no está más dispuesto a aceptar que una sola potencia determine un único modo posible de vida, y un único sistema económico. Al comienzo de su discurso, el presidente estableció una relación entre la guerra de Georgia, a la que Rusia fue forzada, y la crisis financiera mundial. Medvedev dijo que las dos graves crisis «tienen un origen común» y que, por tanto, es «indispensable que se creen mecanismos para bloquear decisiones equivocadas, egoístas y en parte peligrosas de algunos miembros de la comunidad internacional». Porque, de hecho, tanto la crisis en el Cáucaso como la crisis de los mercados financieros, son la consecuencia de la política de la administración norteamericana fundamentada en «decisiones autoritarias y parciales que no admiten ninguna crítica».
Después del derrumbe de la Unión Soviética, «la convicción de los dirigentes de EE.UU. que su política era indiscutiblemente la única justa» ha llevado a graves errores de cálculo. La crisis financiera mundial es la consecuencia de que EE.UU. «no ha consultado con otros miembros de los mercados globales sobre sus decisiones» y «ha perdido además todo sentido de la medida».
Al fin de su discurso, el presidente retoma estos conceptos. Él exige un sistema global de seguridad y una nueva arquitectura económica mundial y presenta propuestas concretas: fortalecer los principios del derecho en las relaciones internacionales, para que las normas y principios del derecho internacional, reconocidos universalmente, determinen las reglas de juego en el ámbito internacional; crear un sistema internacional multipolar; hacer acuerdos sobre procedimientos diplomáticos universales para regular situaciones de crisis; impulsar un diálogo internacional para lograr en la mayor brevedad posible la reglamentación de una arquitectura financiera mundial sin el monopolio de EE.UU. existente hasta ahora.
El presidente ruso no es el único que reflexiona seriamente sobre el futuro de la política universal. «Le Défi asiatique» (Fayard, 2008), Kishore Mahbubani, en su libro recientemente editado «El desafío asiático» dice claramente que los países asiáticos no están más dispuestos a subordinarse a occidente, que ellos operan en el mundo cada vez con más seguridad en sí mismos, que tienen sus propios conceptos sobre el mundo futuro y que tampoco están dispuestos a aceptar «la doble moral de occidente en sus exigencias concernientes a la democracia y a los derechos humanos».
En Europa tenemos que aprender a escuchar con atención las muchas otras voces en el mundo, y entender que el principio de igualdad de derechos implica que nosotros europeos ya no podemos arrogarnos el privilegio de ser una «conducción espiritual».
Ésto no significa que nos falten criterios esenciales. En 1945, después de años de discusión y bajo la influencia de experiencias amargas, representantes de numerosos estados del mundo se agruparon en las Naciones Unidas y se impusieron reglas que fijaron en la Carta de la Naciones Unidas. Hoy debemos recordar que ésta estipula que los pueblos de las Naciones Unidas están «decididos a preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra» y «a proclamar nuevamente su fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres así como de las naciones, grandes y pequeñas».
Las Naciones Unidas fijaron como metas:
•    «mantener la paz y la seguridad internacionales, y con tal fin: tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas para la paz, y para suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos de la paz; y lograr por medios pacíficos, y de conformidad con los principios de la justicia y del derecho internacional, el ajuste o arreglo de controversias o situaciones internacionales susceptibles de conducir a quebrantamientos de la paz;
•    fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos, y tomar otras medidas adecuadas para fortalecer la paz universal;
•    realizar la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales de carácter económico, social, cultural y humanitario, y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión;
•    servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones por alcanzar estos propósitos comunes.»
Hoy, 60 años más tarde, el mundo está muy lejos de la realización de esos propósitos. Los responsables son, ante todo, los gobiernos de EE.UU., que hasta ahora no han estado dispuestos a someter su política a los principios de las Naciones Unidas. No lo hicieron en las primeras décadas después de la Segunda Guerra Mundial, y menos aún en los 18 años después del fin de la guerra fría: años de mentiras por parte del estado y de una política de violencia que pisotea el derecho.
Una de esas mentiras fue sobre soldados iraquíes que en Kuwait habrían sacado a recién nacidos de las incubadoras, mentira que sirvió para justificar mejor la guerra del golfo de 1991; después, las mentiras para justificar las guerras en Yugoslavia (ver Jörg Becker y Mira Beham: Operation Balkan: Werbung für Krieg und Tod. Nomos 2008. [Operación Balcanes: propaganda para la guerra y la muerte]); la mentira del 11 de septiembre para justificar la guerra en Afganistán en 2001, planeada desde hacía años; la mentira sobre las armas de destrucción masiva para justificar la guerra en Iraq en 2003; finalmente, la mentira norteamericana sobre sus esfuerzos para mejorar la situación de los palestinos, siendo que el lobby proisraelí (ver John J. Mearshheimer y Stephen M.Walt: Le lobby pro-israélien et la politique étrangère américaine, la Découverte, 2007) continúa influyendo: por ejemplo, presionando al gobierno egipcio para que mantenga cerrada la frontera con la franja de Gaza obligando así a los palestinos a vegetar y sufrir como en un getto. (ver «Neue Zürcher Zeitung» del 20 de diciembre).
La política norteamericana ha dejado una huella de sangre tras de sí, ha cometido una cantidad atroz de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
Pero también dónde la política norteamericana ejerce una dominación «soft power», se constata un sistema de sometimiento y explo­tación inhumanos, que desemboca imperceptiblemente en el crimen individual y también masivo. Ex allegados como John Perkins lo han puesto de manifiesto (Confesiones de un gángster económico: La cara oculta del imperalismo americano. Urano 2005. ISBN 978-849 346 420-2). Aquí también se ve claro de qué se trata: las violaciones al derecho internacional que resultan de la política norteamericana, no sólo provienen de los intereses militares e industriales. Se trata de una avaricia ilimitada y de una ambición de poderío mundial de círculos financieros multimillonarios norteamericanos y otras multinacionales, que no sólo buscan controlar el sistema económico mundial, sino que también han tomado en sus garras la economía real y, para lograr sus fines, están dispuestos a pasar sobre cadáveres. Su estrategia para asegurar el dominio financiero tiene al mundo entero en el punto de mira. Naomi Klein en su libro «La doctrina del shock: El auge del capitalismo del desastre.» lo ha demostrado en muchos países del mundo que han sido plagados por guerras y catástrofes: el único objetivo era lograr que domine un capitalismo salvaje.
Y no hay que engañarse: la población norteamericana también fue afectada o lo será. En EE.UU. 40 millones de personas padecen hambre, cientos de miles de veteranos de la guerra están enfermos como consecuencia de las guerras y por el uso de armas ilegales de uranio en Iraq, Yugoslavia, Afganistán, al igual que la población de esos países. Y así todo, el estado y la política estadounidense no se ocupan de las víctimas norteamericanas. ¿No estarían dispuestos incluso a pasar sobre miles de cadáveres también dentro del país? Las dudas sobre la versión oficial de lo ocurrido el 11 de septiembre de 2001 se concentran cada vez más.
También resultan afectados por todo ésto los países europeos que se han acoplado a la política de EE.UU., o que, a su sombra, pretenden realizar sus propios planes de gran potencia. Por ejemplo, la nueva Alemania que desde 1990 se ha distanciado de logros positivos de la ex República federal y de la RDA, y, actualmente, no sólo hay cada vez más participación alemana en las guerras, sino también una creciente indigencia, un número cada vez mayor de niños que viven en la pobreza y pasan hambre.
«Incendiarios». Así llamaron incluso parlamentarios alemanes a los responsables de la crisis financiera mundial. Ésto suena casi inofensivo en comparación con lo que han provocado en todo el mundo.Y ahora, ¿tenemos que ignorar y pasar por alto todo ésto, y conformarnos con la promesa de «change» y «hope», y con un «nuevo rostro» de la política estadounidense (según Zbigniew Brzezinski, quien tira de los hilos detrás de Obama) mientras el sistema de esa terrible potencia continúa siendo el mismo? Brzezinski, autor del libro «El gran tablero mundial: la supremacía estadounidense y sus imperativos geoestratégicos» escribió otro libro a continuación: Second chance: Three Presidents and the Crisis of American Superpower (ISBN 978-0465003556) en el cual se trata de los «errores» de la política norteamericana en los últimos 20 años durante los cuales EE.UU. había perdido su imágen en el mundo, y no podía continuar sin trabas su política imperialista; peroque con un nuevo «rostro», podrá y deberá cambiar.
Igualmente alarmante es la información sobre los asesores del próximo presidente norteamericano. Horizons et débats ha informado al respecto (ver Paul Craig Roberts: Los asesores de Obama son una estafa a los electores; No. 47 del 24 de noviembre y Michel Chossudovsky: Les artisans de la débâcle économique continuent leur besogne au sein du gouvernement Obama, no 49 du 8/12/08).
Ya ahora puede preverse que ese equipo no va a ser para bien del mundo, mientras Obama no haga un verdadero corte y no base su política internacional en el derecho internacional y la Carta de Naciones Unidas, y no se comprometa a perseguir consecuentemente todos los crímenes de guerra y de lesa humanidad de los gobiernos anteriores (incluyendo el de los presidentes Clinton y Bush senior) y no trabaje en un sistema económico internacional al servicio de las necesidades de la humanidad y no para satisfacer la avaricia de unos pocos.
¿Qué necesita la humanidad? ¿Sobre qué tenemos que reflexionar conjuntamente y aportar soluciones sólidas?
•    En primer lugar, se debe acabar de matar en nuestro planeta. «La paz no es todo, pero sin paz todo es nada», dijo con razón el ex canciller alemán y premio nóbel de la paz Willy Brandt. La guerra debe ser proscrita de nuevo. Los responsables de guerras de agresión deben ser juzgados. Los daños causados deben ser reparados en lo posible y las infraestructuras destruídas deben ser reconstruídas. Los familiares de los asesinados inocentes deben ser indemnizados.
•    La igualdad de derechos y soberanía de todos los estados debe ser respetada. Esta soberanía implica también lo que estipula el artículo 1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos del año 1966: «Todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación. En virtud de este derecho, establecen libremente su condición política y proveen asimismo a su desarrollo económico, social y cultural. Para el logro de sus fines, todos los pueblos pueden disponer libremente de sus riquezas y recursos naturales, sin perjuicio de las obligaciones que derivan de la cooperación económica internacional basada en el principio de beneficio recíproco, así como del derecho internacional. En ningún caso podría privarse a un pueblo de sus propios medios de subsistencia.»
•    ¿Cómo podemos lograr establecer un sistema económico y financiero mundial, que haga posible que ningún ser humano en el mundo tenga que vivir en la pobreza y padecer hambre? Mil millones de seres humanos en nuestro planeta que sufren hambre, 2 mil millones – es decir una tercera parte de la humanidad – que ganan menos de dos dólares al día son un cargo de conciencia para todos. ¿Cómo podemos lograr que todos los seres humanos en la tierra tengan suficiente para comer y para beber, un techo que los proteja y que estén libres de persecusión y opresión?
•    ¿Qué debe hacerse para que todos los seres humanos gocen plenamente de su derecho a la mejor atención médica posible y para evitar que millones de personas sufran y mueran por enfermedades curables y por epidemias evitables?
•    ¿Cómo podemos lograr que toda forma de colonialismo e imperialismo tenga un fin, que los gobiernos, los estados y los seres humanos en este mundo tengan igualdad de derechos, y en virtud de ellos, puedan tratarse de igual a igual, realizar los acuerdos necesarios en forma justa y correcta y que desistan de recurrir al uso de la violencia?
•    ¿Cómo podemos aprender que nosotros no sólo estamos para configurar la naturaleza sino que somos parte de ella? Que somos responsables de ella, de sus riquezas, así como de las próximas generaciónes.
•    ¿Cómo hacer posible que los niños y los jóvenes tengan iguales posibilidades de acceso a la mejor educación posible y con ello buenas perspectivas futuras? ¿Cómo frenar la privatización del sistema educativo que acentúa las diferencias sociales?
•    ¿Qué podemos hacer para que la dignidad de las personas sea respetada y cada ser humano encuentre un verdadero sentido a su vida renunciando a su egoísmo y contribuyendo al bien común?
Éstas son preguntas que no pueden ser respondidas de un día para otro. Pero si no comenzamos a reflexionar sobre ellas conjuntamente en nuestro país y en el mundo, perderemos la ocasión de lograr un cambio necesario y de realizar nuestras posibilidades como seres humanos.    •

El plan de Brzezinski

Vasallos y estados tributarios de EE.UU.

«Los vasallos y estados tributarios de EE.UU.están repartidos por todo el continente euroasiático y algunos hasta desearían de tener lazos aún más estrechos con Washington.»

Hegemonía aparentemente consensual de EE.UU.

A través de la propagación mundial del american way of life «se crea un contexto propicio para ejercer de forma indirecta y aparentemente consensual la hegemonía norteamericana».

Él que domina Europa del este domina el corazón del continente

«Quien gobierna el heartland (corazón del continente) domina la isla del mundo; quien gobierna la isla del mundo domina el mundo.»

Europa – cabeza del puente geoestratégico de EE.UU.

«Sobretodo, Europa es la cabeza del puente geoestratégico imprescindible en el continente euroasiático. […] La alianza atlántica le permite ejercer una influencia política y un poder militar directamente sobre el continente. […] Con cada ampliación de la influencia europea, crece automáticamente la influencia directa de EE.UU.»

Europa central y del oeste protectorados norteamericanos

«Es un hecho que, practicamente, Europa del oeste y Europa central – en forma creciente – son un protectorado norteamericano y sus estados aliados nos recuerdan a los vasallos y tributarios de los antiguos imperios.»

Manipular los actores sobre el tablero euroasiático

«La duración y la estabilidad de la supremacía norteamericana sobre el mundo dependerá totalmente de la manera como ellos, por un lado, manipularán y, por otro, sabrán satisfacer a los principales actores geoestratégicos sobre el tablero euroasiático y también de cómo se manejarán con los puntos cruciales geopolíticos claves.»
«Como en el juego de ajedrez, los estrategas de la política internacional norteamericana deben tener pensados muchos pases de avance para prevenir posibles contra ataques.»
A corto plazo, EE.UU. deberá impulsar y consolidar el pluralismo geopolítico en Eurasia: «Ésto exige una serie de maniobras políticas y manipulación para prevenir el surgimiento de una coalición contraria.»

Zbigniew Brzezinski: El gran tablero mundial:
La supremacía estadounidense y sus impera­tivos geoestratégicos. 2007.
ISBN 978-844 930 624-2
Versión original: The grand Chessboard.
American Primary and its
geostrategic Imperatives. New York 1997.
(Traducción Horizons et débats)

Zbigniew Brzezinski ha sido consejero de
seguridad del presidente Carter entre 1977 y 1981. Después, fue profesor de política exterior en la Universidad John Hopkins en Baltimore y consejero en el Centro para estudios estratégicos e internacionales (CSIS) en Washington D.C.

«Obama rompió todos los récords de obsecuencia»

Después de meses de una carrera dura y amarga y un combate sin compasión, Barack Obama venció a su impresionante rival Hillary Clinton.
¿Y qué fue lo primero que hizo Obama después de esa victoria sorprendente? Corrió hacia la asamblea del lobby de Israel (AIPAC) y pronunció un discurso que rompió todos los récords de obsecuencia y servilismo. […]
Su adulación al lobby de Israel es fácil de desenmascarar y salta más a la vista que los esfuerzos similares de otros candidatos.
¿Porqué? Porque su éxito vertiginoso en las elecciones primarias lo debe pura y exclusivamente a su promesa de traer un cambio, un «change», es decir poner fin a las prácticas infames de Washington y cambiar el viejo cínico por una persona jóven, valiente, que no traicionará sus principios.
Y ahora, vemos que lo primero que hace después de tener asegurado su nombramiento por su partido, es comprometer sus principios. Y ¡de qué manera!
Está bien, él prometió de proteger la seguridad de Israel por todos los medios. Eso es usual. También pronunció oscuras amenazas contra Irán siendo que había prometido encontrarse con el dirigente iraní y solucionar los problemas por medios pacíficos. Prometió además rescatar a nuestros tres soldados capturados (él cree equivocadamente que son prisioneros de Hezbollah – y este error muestra que sus conocimientos sobre nuestros asuntos son bien superficiales).
Pero su declaración sobre Jerusalén soprepasa todos los límites. No es exagerado calificarla de escándalo. Ningún palestino, ningún árabe, nigún musulman va a hacer la paz con Israel, si Haram-al -Sharif (también llamado Monte del Templo), uno de los tres lugares más sagrados para el Islam y el símbolo más señalado del nacionalismo palestino, no se transfiere a la autoridad palestina. Es uno de los problemas claves del conflicto. Precisamente por esa razón fracasó la conferencia de Camp David, siendo que el ex primer ministro Ehud Barak estaba decidido a dividir Jerusalén de alguna manera.
Y ahora, llega Obama y saca del basural el eslógan trillado de «Jerusalén no dividida, capital de Israel para la eternidad». Después de Camp David, todos los gobiernos israelíes son conscientes de que esa mantra es un obstáculo insuperable para un proceso de paz. Es por eso que ha desaparecido del arsenal de eslógans oficiales – en silencio, casi secretamente. Sólo la derecha israelita (y la judía norteamericana) lo mantiene, justamente por la misma razón, para sofocar desde el comienzo toda posibilidad de paz que haría necesaria el desmontaje de las colonias. […]
Sobre una cosa estoy seguro: las declaraciones de Obama en la conferencia de AIPAC son muy, pero muy malas para la paz. Y lo que es malo para la paz, es malo para Israel, malo para el mundo y malo para el pueblo palestino.

Fuente: Uri Avnery. No, I can’t!
http://zope.gush-shalom.org/home/en/channels/avnery/1212871846
(Traducción Horizons et débats)

WTC 7

Cuando uno como historiador se sumerge en este tema, percibe desde un principio que hay un gran debate global sobre lo que realmente ocurrió el 11 de septiembre de 2001. La información que tenemos no es muy exacta. En las seiscientas páginas del informe resultante de la investigación, simplemente no se mencionan aspectos y hechos importantes: por ejemplo, el derrumbe de la llamada «tercera torre». La comisión habla en su informe sólo el derrumbe de dos torres, las «Twin Towers». Ésto no es exacto, porque hubo una tercera torre de 170 metros de altura que se derrumbó el 11 de septiembre en Nueva York: la llamada torre WTC 7.
Algunos informes del gobierno de EE.UU. dicen que un pequeño fuego habría sido el causante del derrumbe de WT7. Pero yo he hablado con profesores que conocen bien la estructura del edificio: ellos dicen, que un fuego pequeño no puede destruir la estructura de un edificio de esa dimensión.

Fuente: Daniele Ganser en un reportaje de Silvia Cattori. La estrategia de la tensión y la OTAN. http://histsem.unibas.ch/fileadmin/histsem/user_upload/redaktion/Forschung/Peak-Oil/artikel/pdf/GanserInterviewVoltairenetDeutsch18January07.pdf

«El avión no cabe en ese agujero»

«Una de mis funciones en la armada era controlar la interpretación de las imágenes para las secciones científicas y técnicas de los servicios secretos durante la guerra fría. Yo medía piezas de armamentos soviéticos. Esa era mi función. Observo el agujero en el Pentágono y observo el tamaño del avión que supuestamente se estrelló contra el Pentágono y digo: El – avión – no – cabe – en – este – agujero. Entonces ¿qué es lo que se estrelló en el Pentágono?¿dónde está? ¿qué sucede aquí?»

Fuente: Generalmajor Stubblebine, United States Army Intelligence and Security Command de 1981 a 1984. www.youtube.com/watch?v=-9CNToaP2Ew
(Traducción Horizons et débats)

Los costos de la guerra después del 11 de septiembre (cifras oficiales)

Con el voto de finanzas rectificadoras para el año fiscal 2008 y el fondo extra (H.R. 2642/P.L. 110-252) para el año fiscal 2009 del 30 de junio de 2008, el Congreso de EE.UU. ha dado su aprobación para que se pongan a disposición 864 mil millones de dólares para acciones militares, seguridad de las bases militares, la reconstrucción, asistencia y costos de las embajadas norteamericanas y de la asistencia médica de los veteranos, resultantes de las tres operaciones comenzadas el 11 de septiembre: Operation Enduring Freedom (OEF) contra Afganistán y otras operaciones contra el terrorismo, Operation Noble Eagle (ONE) para mejorar la seguridad de las bases militares y Operation Iraqui Freedom (OIF).
Esa suma de 864 mil millones cubre todos los gastos relacionados con la guerra desde el año fiscal 2001 hasta parte del 2009 para el suministro a terceros, medios para el presupuesto normal y obligaciones corrientes. El servicio de investigación del congreso de EE.UU. estima, que de esa suma, 657 mil millones de dólares (76%) se gastaron para Iraq, 173 mil millones de dólares (20%) para Afganistán, y 28 mil millones de dólares (3%) para el mejoramiento de la seguridad de las bases militares, la utilización de los 5 mil millones restantes (1%) no se pueden verificar. Aproximadamente un 94% de los medios son para el Ministerio de defensa, 6% para programas de ayuda y para las embajadas norteamericanas y menos de un 1% para los veteranos. En julio de 2008 los gastos mensuales del Ministerio de defensa por contratos con terceros y gastos de personal se elevaron aproximadamente a 12,3 mil millones de dólares, incluyendo los 9,9 mil millones para Iraq y 2,4 mil millones de dólares para Afganistán.

Fuente: Congressional Research Service,
Report for Congres, Order Code RL33110
del 15 de ocubre de 2008

De los 657 mil millones de dólares que se gastaron para la guerra en Iraq, en EE.UU. se podría haber pagado durante un año el sueldo de 10 777 823 maestros de escuela o se hubieran podido construir 5 103 740 viviendas sociales.

Fuente: www.nationalpriorities.org
(Traducción Horizons et débats)

«Las crisis son, en cierta manera, zonas libres de la democracia»

Sólo una crisis, real o supuesta, puede producir un verdadero cambio. Cuando se produce una crisis, las medidas a tomar dependen de las ideas que están en vigor en ese momento. Según mi opinión, esa es nuestra función esencial: desarrollar alternativas a las políticas existentes, y conservarlas hasta que nociones políticamente imposibles devengan políticamente inevitables.»

Fuente: Milton Friedman, Capitalismo y libertad en: Naomi Klein, La doctrina del shock.

Friedman no pensaba en crisis militares sino económicas. Él había entendido que en tiempos normales, las decisiones deben tomarse en un ir y venir de intereses contrarios: los trabajadores quieren empleos, subas de salarios, los propietarios defienden los impuestos bajos quieren menos regulaciones, y los políticos deben encontrar un equilibrio entre esas fuerzas contradictorias. En cambio, cuando se produce una crisis económica, suficientemente grave – devaluación, derrumbe de los mercados, una gran recesión – todo vuela en pedazos, y los dirigentes están libres de hacer lo necesario (o lo que ellos consideran como tal) para resolver la crisis en la que ha caído el país. Las crisis son, en cierta manera, zonas libres de la democracia, interrupciones en la política normal, durante las cuales las reglas habituales del consentimiento y el consenso parecen estar suspendidas.

Fuente: Naomi Klein, La doctrina
del shock. El surgimiento de
un capitalismo del desastre.
2007. ISBN 978-844 932 041-5
(Traducción Horizons et débats)

Tres millones de niños directamente amenazados

«Tres millones de niños han estado directamente amenazados por los bombardeos arbitrarios de los agresores de la OTAN. Desde el comienzo de la agresión, muchos niños han sido heridos y muertos. Casi 250 000 niños refugiados de la antigua república yugoslava, Croacia y Bosnia-Herzegovina, quienes habían encontrado un refugio dentro de la República Federal de Yugoslavia, fueron expuestos nuevamente a los horrores de la guerra. Desde el comienzo de la agresión los niños no tienen la posibilidad de asistir a la escuela, y se estima que casi 100 000 niños no podrán comenzar la escuela este otoño porque numerosas escuelas jardineras y primarias han sido destruídas por las bombas de la OTAN.»

Fuente: Yugoslav Daily Survey, No. 2402,
Special Issue, 8 de junio de 1999

Doug Rokke* exige indemnización para las víctimas

Las armas con uranio utilizadas en el pasado y actualmente, la radiactividad que liberan los equipos de guerra destruidos de los militares norteamericanos y extranjeros, y la liberación radiactiva de instalaciones industriales, medicinales y de investigación, han llevado a una contaminación inaceptable. Por eso debe llevarse a cabo la descontaminación según lo exige el decreto 700-48 del ejército de EE.UU. y ésta deberá extenderse a todo el material radiactivo que ha resultado de operaciones militares. […]
El presidente de EE.UU. George W. Bush, el Primer ministro de Gran Bretaña Tony Blair, y el Primer ministro israelita Ehud Olmert, deben asumir la responsabilidad por el uso deliberado de armas con uranio ilegales, de lo que resultaron daños para la salud y el medio ambiente.
Presidente Bush, Primer ministro Blair y Primer ministro Olmert deberían ordenar.
•    asistencia médica para todas las víctimas,
•    descontaminación completa del medio ambiente,
•    poner fin inmediato a las represalias contra aquellos que reclaman el respeto de las directivas relativas a la asistencia médica y la descontaminación,
•    poner fin al uso de armas con uranio ya declaradas como ilegales por la ONU.

Fuente:www.uruknet.info de 24/7/06
(Traducción Horizons et débats)
*    Doug Rokke fue director del Depleted Uranium Project de la armada de EE.UU.