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Horizons et debats  >  archives  >  2008  >  N°12, 25 mars 2008  >  Como EE.UU. hizo de Iraq un «estado villano» [Imprimer]

Como EE.UU. hizo de Iraq un «estado villano»

Reunión durante la 7.a sesión del Consejo de Derechos Humanos

El martes 11 de marzo, durante la 7.a sesión del Consejo de derechos humanos de la ONU en Ginebra, se realizó un llamado «side-event» sobre la situación jurídica en Iraq, bajo el título «Derechos humanos y estado de derecho». Frente a numerosas personas en la sala, la norteamericana Karen Parker, especialista en derecho internacional, y el abogado iraquí en exilio Sabah al-Muktar, miembro de la sociedad de abogados árabes, impactaron con su exposición sobre la situación jurídica en Iraq desde la invasión de EE.UU.. El acto fue presentado por Elias al-Khoury, miembro de la Unión Árabe de ­Abogados.

thk. Karen Parker presentó una imágen muy sombría de la situación jurídica en Iraq. Empezando por la invasión de EE.UU. en Iraq, que ya es una ruptura evidente del derecho internacional y por tanto un crímen de guerra per se, se quebrantaron todos los fundamentos jurídicos internacionales. Iraq no representaba en ningún momento una amenaza para EE.UU., y por eso es cínico y no tiene nada que ver con la realidad, hablar aquí de un acto de defensa propia. Aún cuando una guerra ofensiva, contraria al derecho, haya sido aprobada por el parlamento de EE.UU., sigue siendo ilegal, ya que viola las disposiciones del derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas.
También el carácter de la guerra, orientada sobre todo hacia objetivos civiles, es una ruptura absoluta del derecho internacional. La infraestructura civil fue bombardeada intencionadamente: hospitales, abastecimiento de agua, calles, puentes, escuelas y zonas pobladas así como valiosos patrimonios culturales. Hasta hoy, EE.UU. y sus aliados hacen una guerra contra la población civil, violando en grado extremo el derecho internacional y las Convenciones de Ginebra.
Lo mismo es válido para la utilización de armas. El utilizar armas de uranio es ilegal, también según las convenciones sobre el uso de armamentos, ya que por su modo de acción, no diferencian entre combatientes y civiles. Además, a través de la contaminación nuclear que provocan, siguen ejerciendo su efecto destructivo aún largo tiempo después que se hayan retirado las tropas.
Karen Parker dijo, resumiendo, que la guerra contra el Iraq es una violación masiva tanto del derecho internacional, como del derecho humanitario y la Carta de las ­Naciones Unidas.
Sabah al-Muktar aclaró los efectos que tiene la ocupación ilegal por parte de EE.UU, sobre el órden estatal. Paul Bremer, el primer gobernador americano en Iraq después de la invasión de las tropas, se confirió un poder totalitario. Reformó la constitución, el sistema jurídico y las leyes. Así, creó más de cien leyes que no tienen un mínimo de legitimación democrática, al igual que otras cien que fueron dictadas por el gobierno de marionetas que le sucedió. Más del 50 % de los jueces iraquíes fueron despedidos después de la ocupación militar, lo que significó una destrucción sistemática del fundamento jurídico tradicional y nacional.
Pero EE.UU. no sólo destruyó todo lo concerniente a la esfera jurídica, sino que Bremer fue más lejos y cambió lo referente a hacienda pública y bancos, intervino el órden financiero, en la medida que éste aún seguía en pie después de 12 años de duras sanciones. También el sistema social existente se sacrificó a causa de la guerra.
Después de la invasión, se disolvió el ejército iraquí, se desarmaron las tropas, y lo mismo ocurrió con la policía. EE.UU. destruyó sistemáticamente todos los pilares de fundamento del estado iraquí y con ello precipitó al país hacia el caos. Las consecuencias son devastadoras. A diario se encuentran cadáveres sin que se realicen indagaciones, pesquisas policiales, sondeo de las circunstancias o siquiera un informe como lo exige claramente la ley. Los culpables no son perseguidos, nadie es acusado, ningún indicio es registrado. Secuestros y traslados ilegales de personas están a la órden del día. Nadie investiga esos crímenes ni son perseguidos por la ley.
Sabah al-Muktar perfiló una imágen desastrosa de la situación legal y humana en Iraq.
En la discusión que siguió, los oyentes manifestaron su consternación sobre la situación aquí descripta. Algunos de ellos exigieron que deben hacerse investigaciones sobre la situación y que es deber del Consejo de Derechos Humanos obligar a los ocupantes a dar cuenta de la situación actual en Iraq. La sociedad civil, sobre todo de los estados europeos, tiene la obligación de instar a sus gobiernos para que exijan que se ponga fin a este accionar de los ocupantes, que viola el derecho internacional y la dignidad humana, y que se ponga término a la invasión. Para todos los oyentes quedó claro que un proceder urgente es absolutamente indispensable.    •