Buscar y encontrar un vestigio de humanidad

del 29 al 31 de agosto 2008 en Feldkirch/Vorarlberg

«‹Dime, madre tierra, dime la verdad:
¿pueden vivir los seres humanos sin guerra?› ‹Una pregunta difícil me has hecho, Tolgonai. Hubo pueblos que fueron exterminados por las guerras, hubo ciudades reducidas a ceniza. y hubo siglos en los que soñaba con encontrar un vestigio de humanidad. Y cada vez, cuando los seres humanos tramaban una guerra, les gritaba: ‹Parad, dejad el derrame de sangre!›
Y también ahora repito: ‹Vosotros, seres humanos detrás de las montañas y mares!
Vosotros, seres humanos de todo el mundo, ¿qué os falta – tierra? Aquí estoy yo – la tierra, el planeta! Soy la misma para todos vosotros, y todos vosotros sois iguales para mí. No son vuestros conflictos lo que necesito, sino vuestra amistad, vuestro trabajo! Tirad un solo grano en el surco, y yo les
devuelvo cien granos en cambio. Sembrad una ramita en el suelo, y yo os hago crecer un plátano. Plantad un jardín, y yo os cubro con frutas. Criad ganado, y yo seré pasto. Construid casas, y yo seré pared. Creced, multiplicaos, y seré para todos vosotros una patria maravillosa. Soy infinita, no tengo
límites, soy profunda, y soy alta, tengo lugar para todos vosotros!› Y aún preguntas, Tolgonai, si los seres humanos pueden vivir sin guerras. No depende de mí,
depende de vosotros seres humanos, de vuestra voluntad y vuestro entendimiento.›»

Chinguiz Aitmátov: El campo maternal

Pensar el futuro, querer configurar y realizar lo humano, de ello son capaces todos y cada uno de los individuos. No nos desentendamos, no hagamos como si no fuéramos capaces. Nuestos rendimientos en la vida personal, profesional y como ciudadanos de un mundo moderno complejo, demuestran que podemos actuar con responsabilidad y con vista hacia el futuro, y ese es nuestro deber con respecto a la paz.
Nuestros antepasados tuvieron que volver a ganar confianza para proteger la vida después de pestes, hambre y guerras. Hoy, esa tarea es global. Parece que el tercer mundo incluso fuera más decisivo que nosotros, en los países desarrollados del primer mundo, que todavía coqueteamos cuando se trata de un «si» o un «no» a la guerra. «War is obsolete …» (La guerra es obsoleta) dijo Doug Rokke en Feldkirch el 31 de agosto de 2006.
Convertir espadas en arados fue el lema de muchos pensadores; por algo Francis Boyle en su libro «The Criminality of Nuclear Deterrence» puso un estudio preliminar en memoria del Padre Philip Berrigan.
Cambiar de la economía de guerra a la economía de paz – como se llama en el lenguaje actual, es fácil.
Nuestra juventud va a hacerse partícipe de protejer el don precioso «vida» en nuestro planeta – seres humanos, animales, plantas – si despertamos en ellos el amor a la vida y lo compartimos sinceramente con ellos. No les demos más oportunidad a los manipuladores de las guerras.
A ese pensar – hacia – adelante nos queremos consagrar en el próximo encuentro en Feldkirch del 29 al 31 de agosto de 2008.

Parte l:    Pensar el futuro

Parte ll:     Preparar el futuro

Los conferenciantes: Zoltan Adorjan (SK), Peter Aubauer (A), Peter Bachmaier (A), Jörg Becker (D), Alain Bournazel (F), Stanislas Bucyalimwe Mararo (B), Fritz Edlinger (A), Jürgen Elsässer (D), Joseph Emmanuel Seemampillai (D), S. E. Evêque Elmar Fischer (A), Horst Siegwart  Günther (D), Eberhard Hamer (D), Mohammed Ali Kobeissi (RL), Edmund Lengfelder (D), Jens Loewe (D), Franz ­Masser (D), Mohammed Daud Miraki (USA), Velimir Nedjelkovic (SRB), Florian Pfaff (D), Doug Rokke (USA), Hans-Christof von Sponeck (D), Frieder Wagner (D), Alfred de Zayas (CH)

Inscripción:
Oficina del congreso «Mut zur Ethik»
Caja de correo 756, CH-8044 Zurich,
Tel: +41 79 400 51 57 (celular)
e-mail: mze@cyberlink.ch
Tarifas: sFr. 540.–/Euro 340.–
Alumnos, estudiantes y jubilados con carné
tienen 50% de rebaja. Familias con niños menores de edad pueden reservar una tarjeta familiar con rebaja en la oficina del congreso.