Olvidados por la comunidad internacional

Permanente conflicto sangriento en Sri Lanka

Interviú con el Prof. Dr. S. J. Emmanuel, Presidente de la Federación internacional de los Tamiles

Horizons et débats: Profesor Emmanuel, en los medios occidentales se oye poco o nada sobre la situación en Sri Lanka. Como sacerdote católico Usted mantiene un estrecho contacto con su país, ¿cómo es la situación en las regiones tamiles?

Actualmente tenemos en Sri Lanka el peor jefe de gobierno imaginable. Gobierna junto con sus tres hermanos y reina un extremismo cingalés-budista. El gobierno no aspira a una solución política sino militar, niega los conflictos étnicos y quiere luchar sólo contra el «terrorismo». Hoy hay 350 000 desplazados internos en la región de Vanni, y los civiles son bombardeados a diario y secuestrados. El 25 de diciembre, las tropas del gobierno bombardearon incluso una iglesia, y numerosos creyentes fueron muertos o heridos. La situación para los refugiados es catastrófica, no reciben ayuda humanitaria ya que el gobierno cingalés ha expulsado a las organizaciones de ayuda. Quieren hacer la guerra sin testigos. A ésto se agrega un período de lluvias constantes a las que están expuestos los que están refugiadas bajo los árboles. Las heridas en las víctimas civiles, – y son civiles en su mayoría – son espantosas ya que se usaron bombas de dispersión y termobáricas como en la guerra del Libanon.

El gobierno anunció que a fines de 2008 ya habría resuelto el «problema de los tamiles». ¿Qué significa eso para la población civil?

Para el gobierno el problema de los tamiles quiere decir un problema de «terroristas». El gobierno sabe que el conflicto necesita una solución política, pero hasta ahora de su parte no hubo una propuesta razonable. El gobierno dice que en la provincia del este hubo una elección parlamentaria y que se estableció un jefe de gobierno de esa región, pero la verdad es otra. Él que gobierna es un hermano del presidente, y no se ocupa de la población en ese lugar; a diario tamiles son muertos o son secuestrados. Y ahora quieren una solución similar en el norte, cuando hayan destruído la LTTE. La solución para los tamiles significa, instalar dos representantes del gobierno como gobernantes – uno en el norte y otro en el este – y poner a toda la población tamil bajo el control de la armada cingalesa. Asi permanecemos bajo el dominio del imperio cingalés, ¡y ésto después de 450 años de colonialismo!

¿Qué significa eso?

Represión arbitraria. Para mí, como sacerdote que sabe mucho del mundo y las guerras, la situación de los tamiles es chocante. Es un conflicto étnico existente desde hace 60 años. Desde el comienzo, el gobierno respondió con terror de estado a la protesta pacífica de los tamiles. Como reacción, surgieron los Tamil Tigers para defender al pueblo tamil y a su patria. La consecuencia es que vivimos desde hace 30 años en guerra, con más de 60 000 víctimas y 1 millón de refugiados en todo el mundo. Pero el mundo aún no presta atención al conflicto. Un largo conflicto con guerra y víctimas en una isla lejana sin riquezas naturales, es casi una guerra olvidada. Nosotros tamiles estamos profundamente decepcionados, no sólo por el curso de los hechos en Sri Lanka en el último tiempo, sino también por la actitud de la comunidad internacional – sobre todo de las grandes potencias con su doble moral y su política de intereses.
Primero, los ingleses al término de su época colonial cometieron un gran error, «British blunder», al abandonar la isla. Los tamiles, que antes tenían su reinado propio, se convirtieron en una minoría entre los cingaleses. Los ingleses reunieron dos pueblos en un estado y le dieron el poder a la mayoría. Y hoy, Inglaterra hace como que no tiene nada que ver con el conflicto y apoya al gobierno cingalés en esta guerra.
Segundo, las grandes potencias como EE.UU. e India tienen sus propios intereses geopolíticos en Sri Lanka y sus puertos. Están del lado del gobierno y nos tratan como terroristas.
Tercero, Sri Lanka tiene una democracia con mayoría cingalesa-budista. La mayoría puede discriminar y reprimir a los tamiles por decisión parlamentaria. Además, cuenta con una armada cingalesa para imponer su poder. Nosotros tamiles luchamos, esperamos y resistimos pacíficamente durante 30 años. La reacción fue el terror de estado. Sabemos que hay sólo una solución pacífica, pero contra el terror de estado, que no conoce límites, tenemos que defendernos.

¿Cómo es la vida diaria para la población en este momento?

La gran parte del norte y este de Sri Lanka – la patria de los tamiles – está bajo un estricto control de la armada cingalesa, con constantes prohibiciones de salida, cientos de controles, secuestros diarios de personas, asesinatos. En la parte noreste – la llamada región Kilinochchi – reina una guerra brutal con bombardeos de civiles, edificios públicos como hospitales y escuelas. La gente vive en constante ansiedad, sin trabajo, sin alimentos. 40 000 niños no pueden asistir a la escuela. Todas las organizaciones no gubernamentales han abandonado la región. No hay médicos, a los tamiles no se les permite estudiar. Si bien hay hospitales, no hay medicamentos ni material de vendaje.
Desde hace más de 2 años el gobierno en Colombo ha ordenado un bloqueo económico total sobre las regiones tamiles, y es un milagro que la gente lo sobreviva. Incluso ahora que se cumplieron los 60 años de la Decla­ración de la ONU contra el genocidio, Sri Lanka es considerado como uno de los ocho estados más amenazados. La gente piensa siempre en el Tercer Reich cuando se habla de genocidio, pero aquí también se está destruyendo un pueblo, su idioma, cultura y tradiciones – bajo el manto de la democracia.

¿Qué solución proponen los tamiles?

Los tamiles siempre quisieron una solución política y en los 60 años han hecho muchas propuestas. Desde el comienzo se quería un sistema federal para toda Sri Lanka.
Pero ésto fue rechazado categóricamente por el gobierno. Los rebeldes tamiles recurrieron a las armas a causa del terror de estado. Ellos nunca creyeron en una solución por medio del terror.
La comunidad internacional también habla constantemente del «terror de los tamiles» y «solución política», pero sigue suministrando armas al gobierno y apoyando sus acciones militares. Hace poco tiempo, algunos países enviaron representantes militares al noreste del país (entre ellos de EE.UU. Paquistán, China, Bangladesh, India) para demostrar el progreso militar, pero a los 300 000 refugiados no los vieron.

A comienzos de diciembre hubo un seminario en Holanda con Europol sobre LTTE. ¿Acudieron tamiles a esa conferencia?

Ningún representante de los tamiles fue invitado, sólo representantes del gobierno cingalés, que hicieron presión para que se prohiban las organizaciones tamiles en Europa y se limiten sus actividades.

¿Cuál es su apreciación al respecto?

Es absurdo que se invite a los que son responsables del terror de estado y de los 500 000 refugiados tamiles en Europa, para hablar con ellos sobre cómo debe comportarse Europa con respecto a los refugiados tamiles.
Esas ocasiones dan motivo para que los perseguidos sigan siendo perseguidos. Muchos de esos perseguidos son, como yo, ciudadanos de los respectivos países y están integrados. ¿Por qué ese proceder? Corresponde a la objetividad que se invite a los tamiles para consultarlos sobre la situación en su patria.

¿Cómo pueden contribuir los habitantes de los estados europeos a aliviar esa situación?

Los tamiles están muy agradecidos de haber podido venir aquí y estar en seguridad. Sri Lanka tiene influencia sobre los gobiernos europeos, pero nosotros los tamiles no somos consultados, siendo que somos ciudadanos de los países que nos han recibido; ¿ planean tal vez acciones en contra nuestro?
Los ciudadanos de los estados europeos deben exigir de sus gobiernos que se comprometan por una paz justa en Sri Lanka y que no ofrezcan apoyo a la solución militar.

Prof. Emmanuel, muchas gracias por este interviú y mucho éxito y apoyo a sus esfuerzos para lograr una solución pacífica.    •