Horizons et débats
Case postale 729
CH-8044 Zurich

Tél.: +41-44-350 65 50
Fax: +41-44-350 65 51
Journal favorisant la pensée indépendante, l'éthique et la responsabilité pour le respect et la promotion du droit international, du droit humanitaire et des droits humains Journal favorisant la pensée indépendante, l'éthique et la responsabilité
pour le respect et la promotion du droit international, du droit humanitaire et des droits humains
18 juillet 2016
Impressum



deutsch | english
Horizons et debats  >  archives  >  2008  >  N°49, 8 décembre 2008  >  «Impedir el comercio mórbido de las multinacionales» [Imprimer]

«Impedir el comercio mórbido de las multinacionales»

Resúmen del informe de la República Democrática del Congo con motivo de la sesión especial del Consejo de derechos humanos del 28 de noviembre de 2008

[…]
« Señor Presidente,
Laurent Nkunda, quien entre tanto fue degradado de su rango de general, mantiene una rebelión al norte de Kivu, claramente sostenida desde el exterior. Siendo que la República Democrática del Congo no produce armas, y las armas de la organización rebelde RCD fueron entregadas a la armada congolesa ¿dónde encontró Laurent Nkunda las armas para comenzar su rebelión? Laurent Nkunda cuenta hoy con tanques de guerra y con sus 5.000 o 6.000 hombres mantiene en jaque a 17.000 cascos azules de la MONUC (Misión de las Naciones Unidas en el Congo).
La respuesta es clara como el agua: Laurent Nkunda se ha beneficiado al comienzo y sigue beneficiándose del apoyo financiero y logístico (armas y material) de ciertos países vecinos y lejanos. El objetivo es doble: primero, se deberá desestabilizar el norte y el sur de Kivu para acreditar la idea que la República Democrática del Congo es demasiado grande y que, por lo tanto, habría que proceder a una división progresiva, comenzando por dar la autonomía a una u otra región del norte de Kivu.
Segundo, por medio de esa desestabilización, permitir a las multinacionales de los países que apoyan esa rebelión, el acceso a bajo precio a las inmensas riquezas de esa parte de mi país, como los diamantes, el oro, el nobium, la casiterita y el coltán, necesarios para la fabricación de móbiles, computadoras y ciertas armas estratégicas.
Señor Presidente,
Esta sesión busca llegar a resoluciones que hagan responsables de igual manera a los rebeldes y al gobierno por la violación de los derechos humanos y del derecho internacional. También se lamentará la violación de las mujeres, la utilización de niños soldados, etc. Todo suena muy bien. Pero después, Nkunda con su llamada rebelión continuará atormentando a la población pacífica de Kivu. ¿Es por eso que esta sesión urgente fue convocada, siendo que sabemos que no tendrá un resultado inmediato?
Mi delegación piensa, que las declaraciones relativas a los derechos humanos ya fueron hechas por la alta comisaria de los derechos humanos.
Hoy, lo que la población de Kivu necesita en primer lugar, es la paz poniendo fin a la rebelión. No se trata de apelar de igual manera a Nkunda y al gobierno de Kinshasa de no violar los derechos humanos. Se trata de decirle claramente a los países que sostienen militarmente al rebelde Nkunda, que dejen de hacerlo. Se trata de impedir, que las multinaciones que compran las materias primas provenientes de las zonas rebeldes continúen con su mórbido comercio. Se trata de cesar de presentar al mundo la imágen de una República Democrática del Congo que es demasiado grande – por lo tanto ingobernable – y por esa razón debe ser dividida.
Por el momento, mecanismos internacionales, nacionales y regionales, tratan de encontrar una solución política para salvaguardar la paz y la integridad del territorio del país. Tenemos esperanza. Dejemos que esos mecanismos continúen su marcha.
Señor Presidente,
Finalmente, nuestra delegación propone que los países que han convocado con urgencia esta sesión especial, den prioridad a resolver las causas de las violaciones de derechos humanos en lugar de limitarse a las consecuencias. A aquellos países que tienen influencia militar o económica sobre la rebelión de Laurent Nkunda, se les pide que lo convenzan de respetar la democracia en la RDC y de volver a la mesa de negociaciones dónde se discute sobre el programa AMANI o el acuerdo de Goma. Una vez lograda la paz, el respeto a los derechos humanos está asegurado y el Consejo no tendrá necesidad de convocar a sesiones especiales que cuestan una enormidad y en las que ciertas delegaciones africanas no pueden tomar parte por falta de visas.
Muchas gracias.»
(Traducción Horizons et débats)