Superar la crisis de manera justa y solidariaSobre la actualidad de la película «Friedrich Traugott Wahlen y la batalla del cultivo»por Amedea Raff*Ante la crisis financiera mundial y los problemas de la política económica global, vuelve a plantearse la cuestión existencial del abastecimiento del país. Si bien las épocas históricas nunca se repiten exactamente, la situación actual en Suiza tiene ciertas similitudes con la vivida durante la segunda guerra mundial y los años que la precedieron. Estamos rodeados por una gran potencia que, en mayor o menor medida, interfiere en la política de guerra de otras grandes potencias. También hoy dependemos en gran parte de las importaciones. Se habla de una posible desocupación, de una reducción de los ingresos fiscales, y surgirá la cuestión de cómo lograr el mantenimiento de la vida pública y el abastecimiento alimentario. En tiempos de inseguridad hace bien el mirar hacia el pasado para aprender. La película documental «Friedrich Traugott Wahlen y la ‹batalla del cultivo›» sobre el desarrollo y la puesta en práctica del Plan Wahlen, nos ofrece información sobre aquella época a través de numerosas imágenes fílmicas originales emotivas y testimonios de contemporáneos. Gracias a la «Asociación para la memoria del Consejero federal Prof. Dr. Friedrich Traugott Wahlen y el plan de cultivo» se han conservado tres películas que recuerdan a F. T. Wahlen; los interviús hechos con testigos de la época y las imágenes filmadas son un testimonio conmovedor para la posteridad. … más que una seguridad alimentariaLa primera película ha logrado el objetivo fijado por el presidente de la asociación, Prof. Ernst Wüthrich, quien introdujo el tema: «Primeramente queremos contribuir a una mayor comprensión de la historia suiza. Aún no ha pasado mucho tiempo desde la segunda guerra mundial, cuando muchos padres de familia eran soldados que defendían las fronteras. Ellos no sabían si volverían vivos a sus hogares. Y las madres estaban solas en sus casas cuidando a los niños. Según me contó mi madre, ellas tampoco sabían si los esposos volverían. Tal vez tenéis un recuerdo similar, por un relato de los padres o de los abuelos. A la angustia de la guerra se le sumó la angustia de una hambruna. Pero las mujeres y los hombres suizos decidieron tomar el destino en sus manos. El plan de cultivo no consistió solamente en asegurar la alimentación. Significó una defensa espiritual del país, y llevó a una solidaridad general que no volvió a repetirse en esa dimensión. Una personalidad excepcionalPero ¿quién es ese hombre con cuyo nombre el plan de cultivo pasará a la historia? La documental pone de manifiesto la vida y la personalidad de Friedrich Traugott Wahlen. Nació el 10 de abril de 1899 en un pequeño pueblo en Emmental donde su padre era maestro. Wahlen escribió más tarde sobre su infancia: «A fines de siglo, la vida en el pueblito de Gmeis tenía aún las características descriptas por Gotthelf. Yo considero como un regalo el haber nacido en un lugar alejado del bullicio de la gente y del tráfico, donde el niño puede gozar de la belleza de la naturaleza y donde se le despierta la curiosidad por la vida de las plantas y los animales.»1 … sólo el compromiso con mi concienciaTambién en su actuación política se pone de manifiesto la notable personalidad de Wahlen. Siendo aún jóven, fue elegido consejero de la cámara de representantes de Zurich – a pesar de ser proveniente de Berna – y después de la guerra, en 1958 – por elección popular – consejero federal. En su discurso de apertura formuló: «Señor Presidente, Señores consejales cantonales y nacionales. Les agradezco, y estoy muy conmovido, por el gran honor que me han hecho a mí, a mi comunidad y a mi cantón Berna. Con su elección me han manifestado una confianza que considero como el más alto y difícil deber en mi vida. Solo no podría asumir esa responsabilidad, pero cuento con la ayuda de Dios, que siempre ha velado sobre nuestro país. Me siento también fortalecido por el hecho de entrar al consejo federal sin otras obligaciones que el compromiso con mi conciencia, el bienestar del pueblo suizo y los valores de la civilización occidental. Con ésto, Señor Presidente, acepto la elección.» El deseo de mantener la independencia y la libertadAlfred A. Häsler, editor del libro sobre F. T. Wahlen titulado «Comprometido con la conciencia», escribe en el prólogo de su alocución: «De ese discurso, resultante de tantas investigaciones estadísticas y científicas, saltó la chispa a los oyentes – al principio escépticos – y después a toda la población. Puso en movimiento una especie de ola que arrasó consigo incluso al aún vacilante Consejo federal. La preocupación material no podía ser la única aclaración para ese movimiento. Lo que significó el informe Rütli del General Guisan para la defensa militar del país, fue el discurso de Wahlen para la autonomía económica de nuestro pueblo. El no sólo formuló lo que le preocupaba al pueblo sino que le mostró un camino a seguir. El pueblo vió en él a una persona con gran capacidad directiva y a partir de ese momento, le brindó su confianza y simpatía. Nunca fue desilusionado.» Una gran obra en común¿En que consistía concretamente el plan de cultivo? Para sus consideraciones Wahlen partió del peor de los casos: la imposibilidad total de acceso a las importaciones. Al respecto dice en su discurso – y sus declaraciones parecieran ser actuales: «¿Qué significa esa suposición? Simplemente que tenemos que hacernos a la idea de una autarquía alimentaria total. […] Esa idea de la autarquía, que hasta ahora dejábamos de lado por ser un país orientado a la exportación, se convierte en una amarga necesidad. De ella resultan las siguientes exigencias: Desde el exámen del terreno hasta el plano catastralHermann Bieri aún hoy tiene presente los esfuerzos de aquel momento. Equipado con el mismo portafolio y la misma sonda para perforar como hace más de 60 años, nos demuestra cómo tomaba pruebas del suelo para examinar para qué tipo de cultivo era apto. La manera como Bieri y otros testigos de la época toman la tierra en las manos y nos la muestran, es una expresión de la valía del suelo fértil como base para la alimentación. ¡Qué diferencia con el derroche de buena tierra de cultivo en la época actual! «Con este portafolio iba tras los expertos y miraba si trabajaban con iguales criterios. Yo también llevaba una sonda para tomar pruebas del suelo y evaluarlas personalmente. Aquí tengo un suelo maravilloso para el cultivo. Es tierra fértil donde se puede sembrar de todo: remolacha, trigo y también buen pasto. La tierra es la base para la alimentación de todo nuestro pueblo suizo.» Arar donde nunca se había aradoEl cultivo adicional significó un cambio profundo para la agricultura suiza. Para lograr el objetivo de duplicar la superficie cultivable, hubo que hacer esfuerzos adicionales.Había que arar donde nunca se había arado. Por un lado se cultivaron prados situados hasta 2000 metros de altura, por otro lado – por sugerencia de Wahlen – se aró en terrenos «nuevos». Esos terrenos fueron ganados para el cultivo a través de desagües, avenamiento, bonificación y desmonte de árboles y arbustos. En las imágenes del documental podemos ver cuán dificultoso resultaba arar en terrenos en declive, desmontar y disecar terrenos pantanosos. Pero vemos también con qué decisión y severidad los hombres hacían ese trabajo: no hay ninguna señal de aversion sino al contrario, de orgullo. Ese orgullo se nota en las palabras de Hans Oehen, un campesino de Suiza central. Oehen relata que F. T. Wahlen demostró en la planicie de Linth cómo se gana terreno cultivable de una zona pantanosa. «El método lo seguí desarrollando en Rotmatt, para mostrarle a los vecinos cómo podemos ganar terreno para cultivo en nuestra zona para el plan Wahlen. En 1939 hice un cambio en la explotación de mi granja para lograr un 50% de terreno arable. Para lograr esa superficie tuve que desmontar muchos árboles. Los vecinos no lo entendían, pero fue necesario para poner en práctica el plan. Al lado de la autoruta (Gotthardbahn) se ve ahora una zona industrial que en 1939 era un gran pantano. En ese mismo año, cuando desde Meierskappel atravesé esa ciénaga, pensé: «Allí se podría lograr una zona de cultivo para realizar el plan Wahlen. Vean qué buena tierra se ganó del pantano.» Ayuda para la reestructuraciónLa puesta en práctica del plan de cultivo fue difícil por muchos motivos. En Suiza, por ser un país rico en pasturas, en las zonas de colinas y montañas se dedican desde hace siglos a la industria lechera. Por eso, muchos campesinos no tenían ni las instalaciones ni la experiencia necesarias para dedicarse al cultivo. Por esta razón, la transformación del terreno en tierras agrícolas, significó un enorme esfuerzo, sobre todo para los campesinos de zonas tradicionales de pastoreo. Hans Gujer, antiguo experto en cultivo de forraje dice: «En las granjas dedicadas al pastoreo faltaban herramientas para el cultivo: arado, rastrillo, sembradora, tampoco tenían caballos ni los pertrechos para tirar el arado. Los campesinos – y sobre todo las campesinas – entrenaban a las vacas para tirar y después las enganchaban al arado. En los establos no había casi lugar para almacenar las patatas. Los campesinos tuvieron que proveerse de herramientas, tuvieron que ampliar las instalaciones, y además, estaba el riesgo de un nuevo tipo de explotación que les era desconocida. Por eso eran indispensables el asesoramiento y el adiestramiento: ésto debía ser organizado.» Solidaridad de todos los grupos de la poblaciónEl hecho de que muchas personas se comprometieron con el trabajo del plan Wahlen, significó un gran apoyo para los campesinos y para la persistencia del pueblo: «Para los campesinos fue un apoyo alentador el hecho de que también en otros sectores hubo movilización. Establecimientos industriales ayudaron al cultivo adicional. Aquellos que tenían más de 20 empleados estaban obligados a cultivar dos áreas por persona. En 1943, cooperaron 4500 establecimientos y se cultivaron 8000 hectáreas de territorio industrial. Con frecuencia enviaban a los aprendices a trabajar en el campo. F. T. Wahlen declaró que las familias que tenían tierra propia, debían utilizarla y autoabastecerse con verdura. Ningún pedazo de tierra debía quedar sin cultivar. Muchos lugares públicos fueron convertidos en terrenos de cultivo. Por ejemplo, en la plaza Federal en Berna había un terreno sembrado de patatas. Lo mismo sucedía en otras ciudades y comunas. Testigos de la época relatanA través de los relatos de testigos de la época, queda documentada la participación de toda la población. Sobre todo los relatos de las campesinas son persuasivos, y permiten al espectador ubicarse en esa situación histórica. Justicia social por medio del racionamientoEl plan Wahlen no sólo incluía el cultivo adicional de verdura, patatas y cereales – alimentos que necesitan para su producción grandes superficies – sino también el reparto justo de los escasos productos disponibles. Por eso, a partir de la primavera en 1942, se racionó la carne, en el otoño la leche, y después otros alimentos. «No era justo que sólo los que podían pagar altos precios y proveerse de reservas tuvieran suficiente para comer. El problema se solucionó con la repartición de bonos para las familias y las personas solas. Con esos bonos se podía comprar una cierta cantidad de alimentos, y podía lograrse una buena combinación de comidas y bebidas». En las imágenes documentales se puede ver con qué seriedad y calma la gente cambiaba los bonos por productos alimentarios. Marta Rettenmund relata: «Carne no había mucha. Recuerdo que sólo una vez a la semana nos daban una salchicha. El queso era magro, no como un Emmental.» La situación actual de la alimentaciónLos ciudadanos críticos se preguntan cómo es la situación alimentaria actual del país. El Prof. Dr. Pius Hättenschwiler de la Universidad de Friburgo dice al respecto: «A corto plazo, el abastecimiento alimentario es más seguro que nunca. Por un lado, porque está dentro de un marco económico sólido de abastecimiento general del país; por otro, porque hoy empleamos los medios más modernos de planeamiento, información y comunicación. Cuando digo a corto plazo, me refiero a seis meses. Por ese plazo, podemos casi asegurar el nivel alimentario actual. Después, habrá que ajustarse algo el cinturón, pero no vamos a padecer hambre. Contamos realmente con el potencial de abastecimiento que tiene aún hoy la agricultura. Pero tenemos que ser conscientes, que la agricultura puede dar su rendimiento siempre que no se la disminuya demasiado. Sabemos cuál es la tendencia. La presión del comercio internacional es grande, y el pensar a corto plazo se ha generalizado. Espero que esta documental contribuya a que se entienda mejor, que a largo plazo, la seguridad alimentaria se basa en nuestra agricultura. Autoabastecimiento – un motivo de orgulloFinalmente, el Prof. Ernst K. Keller honró el valor del completo plan de cultivo y agradeció a la generación de aquel momento por su enorme eficiencia: «Se pudo ver lo que significó el plan de cultivo y al fin de la guerra uno se preguntó si se había logrado el objetivo. Fritz Traugott Wahlen dice al respecto: ‹El objetivo a corto plazo se ha logrado: poder subsistir en tiempos difíciles.› También se dió a conocer que la población entera colaboró, no sólo los agricultores sino todos; no olvidemos a los internados y a muchos otros que ayudaron. Todos los que participaron sienten un cierto orgullo, de ahí la expresión: ‹autoabastecimiento – un motivo de orgullo›.Todas las medidas que impulsaron la colaboración de la población, favorecieron también el deseo de persistir y con él, la defensa espiritual del país. Podría decirse que esa defensa espiritual fue tan importante como la defensa militar. También la solidaridad entre los distintos círculos de la sociedad fue reforzada en gran medida: De pronto había un mayor entendimiento, y eso ayudaba a su vez también a la persistencia y a la defensa espiritual. 1 Mientras no se indican las fuentes de las citas, éstas provienen del comentario de la película. El dia internacional de la patataLa patata es un producto alimenticio básico para innumerables personas en todo el mundo. Ese tubérculo nutritivo se siembra por todas partes, y en los países en desarrollo su producción sigue en aumento. La patata es un instrumento valioso en la lucha contra el hambre y la pobreza. Esto llevó a que, en 2008, ésta haya sido uno de los temas en la ONU. Importancia de la patata para la alimentaciónPara el plan de cultivo Wahlen la patata fue de especial importancia, sobre todo por ser muy nutritiva. Además de un alto porcentaje de fécula, las patatas maduras contienen proteínas fáciles de digerir: entre todas las plantas que contienen proteínas, la patata es la que posee las proteínas que mejor asimila el organismo. Además contiene abundante vitamina C y B. F. T. Wahlen aboga por la patataExtraído del folleto dedicado al año internacional de la patata bajo el título «La patata – base vital para la humanidad»: «Ninguna otra planta produce tantas calorías por metro cuadrado cultivado como la patata […].» Para asegurar la alimentación siguiendo el llamado «plan Wahlen», la población suiza plantó patatas incluso en el centro de las ciudades. Fuente: Página web del DDC Documental 1 La «batalla del cultivo» nos ha protegido de una hambruna a causa del cierre de las fronteras durante la Segunda guerra mundial. Su creador F. T. Wahlen partía del siguiente principio: «seguridad alimentaria por medio del autoabastecimiento.» Los campesinos y también los que no trabajaban el campo, sembraron patatas y otros productos agrícolas a lo largo de todo el país. Fue una solidaridad nacional para hacer frente con una agricultura robusta, al peligro de guerra y de hambruna. Documental 2 Durante toda su vida, Wahlen abogó por una agricultura fuerte y un campesinado próspero en interés del abastecimiento del país, y por una cultura campesina cuyo objetivo vaya más lejos de la simple ganancia material. Documental 3
Cifras y hechos relativos al plan Wahlen• Extensión de las superficies cultivadas (217 222 ha) a medio millón de hectáreas (superficies cultivadas antes del plan: 19% tierras laborables, 81% prados. Después: 46% tierras laborables, 54% prados). Fuente: Peter Maurer, |