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Horizons et debats  >  archives  >  2009  >  N°6, 16 fevrier 2009  >  Venezuela está por emanciparse del neoliberalismo [Imprimer]

Venezuela está por emanciparse del neoliberalismo

El presidente Hugo Chávez ha hecho mucho en los últimos años

Entrevista con Walter Suter, antiguo embajador suizo en Venezuela*

Después de que América Latina fuese el laboratorio de ensayo del neoliberalismo usamericano, en los últimos años se constata un creciente movimiento de emancipación protagonizado, sobre todo, por los pueblos y sus representantes políticos electos. Eso se observa sobre todo en el afán de libertad respecto de los EE.UU. y en la autonomía consciente en las cuestiones económicas. La elección de Evo Morales como presidente de Bolivia, de Hugo Chávez en Venezuela, Rafael Correa en Ecuador, Fernando Lugo en Paraguay o Lula da Silva en Brasil fueron pasos decisivos en esta dirección, que han conducido también a más cohesión y responsabilidad en la población. Los medios occidentales no informan, por lo general, de una manera objetiva acerca de los desarrollos en los países latinoamericanos. Horizons et débats tuvo la oportunidad de hablar con el antiguo embajador suizo en Venezuela y profundo conocedor de América Latina, Walter Suter. En la entrevista siguiente nos da información sobre los desarrollos y cambios en Venezuela.

Horizons et débats: Antes de la elección de Hugo Chávez hubo años de relativa inestabilidad, cambios de gobierno, intentos de revueltas y golpes militares. Ahora la situación es más bien estable. ¿Cómo ha conseguido Venezuela afianzar más estabilidad?

Walter Suter: Tras la elección de Chávez en 1998 surgió rápidamente mucha resistencia, y durante cuatro años tuvo que defenderse constantemente contra toda clase de intentos por derrocarlo. Esto culminó, sobre todo, en los intentos de golpes de Estado. El más destacado fue el de abril de 2002, en el que Chávez fue rescatado de la base, por la población, especialmente en Caracas. Los habitantes de los barrios, las zonas más pobres, bajaron, llegaron al palacio y exigieron que volviera a ser puesto en libertad. Cuando, tras su vuelta, quiso reconciliarse con sus adversarios, se tomó como un signo de debilidad. Medio año más tarde, en colaboración o más bien en complicidad con el sindicato oficial, se lanzó el knockout, una huelga de sabotaje con la pretensión de echar a Chávez en seis días. A los dos meses se fueron ellos, y él todavía sigue ahí. Vino entonces la tranquilidad. Pero habían pasado ya cuatro años. En estos cuatro años el gobierno no pudo trabajar realmente, hasta entonces no pudo realizar sus programas y comenzar su trabajo propiamente dicho.
Se empezó con las misiones sociales: programas de salud, iniciados con médicos cubanos, seguidos de programas de educación. Desde entonces los programas se han ampliado, profundi­zado e introducido a niveles más altos. Los más destacados son la asistencia sanitaria de base en los barrios y el acceso a la educación. Entre ellos está la alfabetización, por un lado, pero también el echo de que muchas personas, particularmente en el campo y en los barrios pobres que antes no tenían acceso a la formación pueden terminar hoy su educación escolar. Esto es muy bueno. Así se ha creado cierta estabilidad en la base. Efectivamente, por primera vez el gobierno pudo hacer algo a nivel social por los hasta ahora perjudicados y excluidos. Sí, todavía se está en los comienzos, pero éste es el buen camino.
Sobre la base de la resistencia de Chávez se ha efectuado una consolidación a nivel político. Y eso porque goza de gran credibilidad entre la mayoría de la población de base, como se ha visto en las elecciones a la Asamblea Constituyente, en el referéndum sobre la Constitución y en el referéndum sobre su Presidencia. Este es su capital. Una mayoría de la población lo percibe como auténtico, lo cree. En diez años les ha mostrado que su preocupación por mejorar la suerte de los perjudicados y por introducir en la sociedad más justicia social, es sincera y auténtica. Así lo cree la mayoría de la población, una mayoría que estaba afectada por estos perjuicios. Esto es lo que con toda seguridad constituye su fortaleza.

¿Cómo responde Usted al reproche constante de que Venezuela es una dictadura?

Su legitimidad y la de su gobierno se han confirmado mediante elecciones debidamente celebradas, contempladas, por lo demás, por muchos observadores. Nadie lo cuestiona ya, los resultados son regulares, legales. Así se ha introducido, naturalmente, estabilidad, puesto que antes ningún jefe de Estado gozó de semejante credibilidad. A menudo sólo ocupaban el cargo por poco tiempo. Los últimos resultados electorales de las actuales elecciones regionales y municipales lo han confirmado. Aunque los partidarios del gobierno hayan perdido algunos gobernadores individuales en relación con la situación anterior, la relación sigue siendo de 17 a 6, es decir el 70% de los gobernadores son partidarios del gobierno. En los puestos perdidos se trata, naturalmente, de puestos problemáticos, como Gran Caracas o Miranda. En las elecciones municipales, por el contrario, la porción de ayuntamientos ocupados por los partidarios del gobierno ha aumentado del 60 al 80%. Es un incremento enorme.
En el marco de la Constitución de 1999, una vez más en consonancia con el Estado de derecho, se lanzó el año pasado el referendo, cuyo resultado se aceptó, a pesar de ser perjudicial para el Presidente. Los resultados electorales fueron aceptados también por destacados adversarios que participaron en el golpe y que, en vez de estar en la cárcel, fueron incluso de candidatos elegidos y aceptados. A principios de 2008 Chávez promulgó una amnistía para todos los que participaron en el golpe. Tan sólo se exceptuaron las personas acusadas de participación directa en los disparos, actos de violencia, etc. Es importante, al menos desde el punto de vista psicológico y simbólico, que tal o cual representante destacado de la oposición haya ganado las lecciones a gobernador. Queda así obsoleta la acusación de manipulación electoral, pues de otro modo tendrían que cuestionarse ellos mismos.
Lo que puede inquietar ahora es que el 15 de febrero se efectúa un nuevo referendo para una amplia reforma de la Constitución que prevé suprimir la limitación del mandato presidencial a dos, ahora vigente a dos legislaturas, así como a los demás cargos electos, y permitir su reelección ilimitada.

En nuestros medios se dice con frecuencia que Chávez quiere confirmarse como jefe de Estado de por vida.

Tal vez abrigue este deseo. Pero tendría que ser reelegido, no hay que olvidarlo. Y ahí tienen un campo abierto los adversarios. Tienen que seguir trabajando políticamente y si para 2012 establecen un fuerte anticandidato, en ningún sitio está escrito que el Sr. Chávez vuelva a ser elegido. También podría ganar otro candidato, lo que no se cuestiona. Hay que tener cuidado, eso es muy importante. Claro que el primero que podría volver a ser reelegido sería él. De eso no queremos hablar. Hay claras intenciones de ello, y para eso tiene el apoyo de la mayoría de su partido, el PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela), que tan exitoso ha sido ahora. Ni siquiera tiene un año (hasta ahora era un movimiento, el Movimiento para la V República (MVR). Medido por el corto espacio de tiempo, precisamente en relación con las elecciones locales, ha tenido un gran éxito. Antes de las elecciones, los chavistas tenían mucho miedo a que podrían darse grandes pérdidas. Pero el resultado les ha sorprendido a ellos mismos. Había también insiders que, como dijo el director de la campaña en julio, creían que podrían llegar al 60–70%. O sea, que conocen la base. Pero la Oposición no la conoce. Conoce el microcosmos de Gran Caracas y Valencia u otras grandes ciudades. En la industria y el comercio también tienen apoyo, de donde proviene el grueso de sus votos. Pero en el campo no tienen mucha clientela, y la mayoría de la población está tras el Gobierno.
Así que la estabilidad proviene de las medidas sociales y de la resistencia de este presidente. Cualquier otro se habría marchado tras el intento de golpe. También él lo habría hecho de no ser por esta reacción de la base. La primera vez que esto ocurría en América Latina. Algo ha cambiado entonces.

¿Cómo se explica este cambio?

Chávez fue elegido por una mayoría que creía en él y en su proyecto de introducir cambios reales. Cambios significa inclusión de los excluidos, significa justicia social. Este es el programa que siempre ha proclamado él. Empezó ya en la década de 1980, en el movimiento de los jóvenes oficiales. Era un programa socialista. Se creía en él, en sus medidas, que ha intentado llevar a cabo y que respondían a él. A pesar de la resistencia, la mayoría que lo ha elegido estaba convencida de que él quiere realmente el cambio. Y ha dejado bien claro que se resistirá, y ellos quieren mantener a su Presidente. Han tenido confianza en él porque irradia credibilidad y autenticidad. No se han sentido defraudados.

Podíamos observar más de cerca las reformas sociales. ¿Qué reformas fueron éstas?

Naturalmente no puedo dar todos los detalles. Lo más importante es en realidad la asistencia sanitaria de base, que se llama Barrio Adentro. Es la atención médica primaria. Este programa se complementó con pequeñas clínicas en las que se pueden efectuar pequeñas intervenciones médicas, y con centros especiales, como centros de diagnóstico, etc. A eso se suman los antiguos o aún existentes hospitales que ya había antes, pero que estaban muy abandonados. Ahora se han incluido en este programa, se renuevan y amplían, con lo que se tiene todo un sistema. Los casos más complicados se trasladan a los hospitales. Este es más o menos el sistema. Todavía no es perfecto, pero funciona a grandes rasgos, al menos en lo que concierne a la atención médica primaria. Y ésta está muy presente en todo el país. Cientos de miles, tal vez millones han visto por primera vez un médico.

¿Es la Asistencia Médica gratuita?

Es totalmente gratuita. Todos estos programas especiales, así como las escuelas, se financian con los ingresos del petróleo. Es algo especial, pues una parte de esos ingresos no va al presupuesto ordinario del Estado sino directamente desde la empresa del petróleo a un fondo especial. Este fondo especial, junto con un fondo de infraestructuras, acumula siempre de dos a tres mil millones, mientras el dinero afluye. Y con este fondo social de la empresa de petróleos se financian directamente todos estos programas. Lo mismo vale decir de la infraestructura, en donde hay gigantescos proyectos, ante todo una red nacional de ferrocarriles, una red de comunicaciones de larga distancia. Está planeada a 25–30 años y abarca 13 000 km de vías por todo el país, un trayecto Norte-Sur, así como la mejora de la infraestructura ferroviaria, del tráfico público cerca de los grandes centros, la ampliación del tráfico de mercancías y la mejora de los medios de transporte públicos en las ciudades. Hasta ahora el transporte público estaba subdesarrollado. Tradicionalmente, esto tenía que ver con la cultura del petróleo: todo el mundo quería tener un automóvil. Pero hay gigantescos proyectos en infraestructuras. Se construyen también carreteras, aeropuertos, uno para Caracas, y esto se financia directamente con el fondo para infraestructuras de la empresa de petróleos. Para nosotros es una vía extraordinaria, pero está jurídicamente afianzada a fin de acortar las decisiones. El financiamiento de los programas sociales y de infraestructuras ha sido sancionado por el Parlamento.

¿Pero no ve un peligro en el petróleo? Existe la teoría de que la bajada de los precios del petróleo puede ser o es un arma. ¿Se apoya el financiamiento exclusivamente en las ganancias del petróleo o se piensa también en ampliar o establecer la producción industrial o la agricultura, que también podrían exportar?

Esta diversificación del aparato productivo está aún en sus comienzos, es muy duro. Se ha empezado sobre todo por encauzar la producción agrícola, porque el 80% de los alimentos tienen que importarse, en un país que podría producir de todo. Así era antes, pero ahora tampoco es mucho mejor. Los intentos de hacer avanzar la diversificación mediante la creación de cooperativas, etc., van muy lentos. Los grandes propietarios de tierras que producían algo antes siguen produciendo en parte, pero no supone un aumento del volumen. Para que el desarrollo de cooperativas avance se ha iniciado una misión especial en uno de estos programas de formación: de ella forman parte la alfabetización, la escuela primaria, terminación de la secundaria, formación en las universidades o aprendizaje de profesiones técnicas. Se denomina Vuelvan caras. Este programa forma a gente en la profesión de agricultor. Con él se persigue sacar a los jóvenes de los barrios pobres, llegados a las ciudades con sus padres en busca de trabajo, y devolverlos al campo. Esa es la idea, y así, junto con otros que también han sido formados, deben establecer cooperativas, bajo una dirección, y organizar ellos mismos una producción de alimentos. Esto es lo más importante: la diversificación de producciones económicas para que no se dependa únicamente de los tesoros de la tierra.

¿Eso es, pues, parte del programa político?

Naturalmente, también pretenden una producción local, tecnológicamente ambiciosa. Y en este contexto son también muy interesantes los convenios con otros Estados, entre otros acaban de firmar uno con Suiza con el que se puede adquirir know-how, tal vez a cambio de petróleo, no lo sé, en todo caso un convenio sobre cooperación económica, tecnológica y científica con el objetivo de fomentar, diversificar también las fuerzas productivas fuera del sector petrolero. Por tanto, hay en marcha esfuerzos, en parte adelantados, pero se puede imaginar que esto podría acelerarse un poquito.

¿Por qué se avanza tan lentamente?

En parte se trata de problemas organizativos y burocráticos. Internamente persisten también resistencias en la administración pública. No es fácil despedir a personas que no están totalmente de acuerdo con Chávez. Así que a los niveles medio y bajo hay todavía mucha resistencia pasiva por parte de los adversarios de Chávez. También la corrupción, denunciada siempre por Chávez, sigue siendo un mal entorpecedor. Es difícil superarla. Requiere tiempo, y no se avanza todo lo que es de desear. Y en parte también se debe a que ciertos Estados, incluso aunque se hayan firmado convenios, no lo soportan con gran entusiasmo y lo dejan exclusivamente en manos de sus empresas. El clima de inversiones tampoco lo estimula la situación mediática internacional. Por lo demás, si se prescinde de Rusia, también hay diversos convenios con España, Portugal, China e Irán. Por lo que respecta a la tecnología punta, los convenios son todavía escasos. Son importantes los establecidos con España y Portugal, pero también con Austria, Francia e Italia. Aunque se refieren sobre todo a la infraestructura ferroviaria. Lo mismo sería también con Suiza. Estos ensayos se efectúan, y el Gobierno ha expresado claramente que está interesado en ellos. Para ellos tendría que diversificar también la formación, la formación profesional, para que con este sector de la producción se logre más autonomía, más soberanía. El programa existe, pero es duro. El programa social, en cambio, avanza muy bien.

¿Cómo se encuentra hoy la distribución de la tierra?

Hoy como ayer, en el campo sigue habiendo muchas tierras estatales. El porcentaje está entre el 30-40% de tierras del Estado que no se trabajan, como ocurría antes. Los polígonos agroindustriales se abandonaron. Para los responsables de la cúpula es más fácil llegar al dinero a través de los ingresos del petróleo. En realidad todavía hay muchas tierras estatales. Y la mayoría de los terrenos no están en manos de pequeños campesinos, sino en las de grandes latifundistas. Sobre la base de la reforma agraria se ha empezado a expropiar algunas tierras sin cultivar y a ponerlas a disposición de colectivos como las cooperativas. La tierra está ahí para avanzar la producción agrícola. Es perfectamente posible. No es que la tierra cultivable esté exclusivamente en manos de los latifundistas, no es cierto. Hay mucha tierra del Estado. Podría hacerse algo con la existente.

¿Qué es lo que impide un desarrollo más rápido?

Uno de los peligros es cierta burocratización, advertida una y otra vez por Chávez. Es muy difícil superar ahora todo esto. Se intenta dando poder a la base, a los afectados en el campo: las comunidades de los ayuntamientos deben tomar ellas mismas el asunto en sus manos. Así, sobre la base de la Constitución se crearon los consejos comunales. No es nada artificial. Los afectados tienen la posibilidad de elaborar sus propios proyectos, pero en un proceso abierto para el que se reúnen. Estos proyectos, que de momento tienen que ver sobre todo con la infraestructura, también deberían ser de tipo productivo, claro está, y hay muy pocos de esos que puedan someterse al dictamen y aprobación del Gobierno central. Como he podido ver yo mismo, hasta ahora se han podido aprobar un 80% de los proyectos presentados. La autorización se devuelve con el dinero a las comunidades. Éstas administran el dinero a través de un pequeño consejo interno, elegido entre sus propias filas, y no por una sola persona.
Antes, cuando el alcalde disponía él solo del dinero, existía un problema permanente en la producción. Sigue habiendo alcaldes elegidos, pero ahora están sometidos a este control. No pueden disponer directamente del dinero, de los gastos. Eso se hace a través de los consejos comunales, donde la participación de la base es muy importante. A la larga, esto debería conducir a que, gracias a este control social, se reduzcan los casos de corrupción y con ello, tal vez, también la resistencia interna de ciertos burócratas. De este modo debería romperse un poco la burocratización puesto que así se reparte en unidades muy, muy pequeñas.
En un municipio existen varios consejos comunales. Pueden ser pequeños vecindarios, barrios, etc. Así queda muy descentralizado. Con esta estructura descentralizada se intenta ahora ganar el control social y dominar un poco la corrupción y atraer al mismo tiempo a los procesos de asesoramiento y decisión de a todas las personas afectadas. Participación significa tomárselos en serio. Antes eran meros receptores de órdenes, sin voz propia, y han recibido esta voz, y esto refuerza, naturalmente, la autoconciencia de estas personas. Esto lo he vivido yo mismo in situ, y lo sé de buena gente de confianza que dicen que en el campo se empieza a sentar el pie. He visto lo que puede verse. Existen, mientras tanto, las televisiones comunales, donde por la noche se retransmiten en directo esas sesiones, esas asambleas comunales. Así, pues, se intenta ser muy transparente.

Hay en eso cierto paralelismo con la autonomía comunal de Suiza.

Sí, en caso de interesarle especialmente a alguien, esos somos nosotros, puesto que conocemos el principio y sabemos lo que es, y, viceversa, de ahí proviene también el interés por un Estado pequeño. Son naturalmente, principios interesantes de la democracia directa, de la participación, que en el papel van más allá con los referendos electorales de los mandatarios, etc. La participación es muy importante y con ella, creo yo, existe la oportunidad de que se rompa la corrupción generalizada o de que se pueda reducir. Ha empezado el hecho de que los funcionarios han dejado de ser en la práctica los señores o príncipes locales. Todo esto está en marcha.
Pero esto no sólo ocurre en el campo, también es muy posible en la ciudad. Y, mientras tanto, tales y cuales alcaldes de la oposición han notado que no es algo tan malo. La participación es una buena cosa, con ella se gana también una fuerte base electoral. Ésta es en sí una forma que, a la larga, beneficia a todos. A la larga, mientras afluya el dinero, es seguro que podría contribuir a una buena estabilidad, porque entonces todo estaría más o menos anclado en la base, en el sentido de que todos estarían o podrían estar implicados de algún modo mediante la participación directa. Así lo subrayan también Chávez y otros, que esta corresponsabilidad introducida por la nueva Constitución, que no sólo significa derechos, sino también deberes, era muy importante: todos queremos participar y sostener juntos la responsabilidad en la construcción de la sociedad. Y el objetivo, como siempre, es la justicia social. No debe haber más excluidos. Nadie habla de nivelación de clases, sino de cierta justicia social. Las medidas que se han introducido, especialmente en estos consejos comunales, empiezan a poner pie en tierra.

¿Qué significa este desarrollo para el país?

El proceso principal de estabilización. Ahora estamos todavía en el comienzo. Se trata de una fase enteramente nueva, la hemos abordado. 500 años de autoritarismo. Lo que ahora ocurre es un cambio de paradigma, un cambio cultural, que no se consume de un día para otro, claro está. Pero los seres humanos son más listos de lo que se piensa, no hay que subestimarlos. Pues notan que ahora se les respeta realmente en su dignidad, en su ser, como sujetos del Estado, no como objetos. Esto modifica, naturalmente, su actitud espiritual, la conciencia, el ser consciente, y no sólo el vegetar, el subconsciente. Esto es ya un cambio gigantesco que, a la larga, contribuye a la cohesión de la sociedad y, con ello, también a cierta estabilidad.
En esta fase inicial, en cuyo proyecto aún se debaten, hay dos puntos que tal vez sean importantes para la ulterior estabilización. Uno estriba en que este Presidente todavía puede seguir un mandato más. La razón principal de que se intente aprobarlo mediante referéndum es que la Constitución sólo prevé dos mandatos para cada Presidente. Quiero subrayarlo una y otra vez. Pero en este caso se trata de Chávez. Y es evidente, tiene la mayoría, que quiere que se quede porque es el garante para esta fase inicial. En América Latina todavía seguimos aprendiendo de este cambio, existe poca experiencia y ejercicio en la asunción de responsabilidad y en la descentralización de la responsabilidad. Antes hubo cierta gente que mandaba y otra obedecía. Y el garante está ahí, dando impulsos.

En muchos Estados no son raros los largos periodos de Gobierno. Y nadie ha hablado de dictaduras.

Hay que señalarlo. Hay 17 o 18 Estados de los EE.UU. en los que la posibilidad de ser reelegido no se cuestiona. De todos modos no es seguro, como tampoco puede serlo para él ni para ningún otro. Aunque en principio sea posible no tiene ninguna garantía de que sea elegido. Ahora sabemos que el sistema de elección está absolutamente confirmado, no sólo interna sino también externamente por la misión de la UE. Una de las razones para su reelección es que posiblemente continuará esto, porque ante los ojos de la mayoría es el garante seguro. Está estrechamente vinculado a esta cultura, es un líder genuino, un líder natural, cosa que no gusta aquí. Pero debemos de intentar verlo con ojos latinoamericanos. No con ojos etnocéntricos europeos. Ellos están en otra fase, no han tenido la revolución burguesa. Aquí se intenta hacer el ensayo o dar directamente el salto del feudalismo a la modernidad. Esto significa naturalmente «on va brûler les étapes» (se van a quemar las etapas, N. del T.). Claro que esto es un poco peliagudo. En esta fase juegan un gran papel los impulsadores, ahora digo los líderes que dan los impulsos, y para los ojos de los interesados y afectados son una especie de garantía.

¿Cuál es el otro punto que quería mencionar?

El segundo punto está relacionado naturalmente con el petróleo. Aquí sólo puedo decir que el Gobierno ha sido muy cauteloso con los presupuestos. Hasta hace un año, el presupuesto estatal se basaba en un precio de 35 $ por barril, y en los últimos tiempos han recaudado mucho. Pudieron acumularse los fondos sociales, así como las reservas de divisas en el Banco Central, etc. Hace un año adaptaron el precio. Después de que durante mucho tiempo el precio fuese muy alto, esto es, 60 dólares como base, no 100, estamos ahora en 40 dólares. Cuando hace dos o tres semanas estuve con el Ministro de Planificación, a quien conozco bien personalmente, le planteé la pregunta y me dijo: «Hemos diversificado con mucho cuidado, y acabamos de decidir adaptar el Presupuesto para el próximo año, o sea, rebajarlo un poco. Rebajaremos también este precio de referencia en nuestro Presupuesto. Es decir, haremos algunas reducciones en el programa, pero no hay ningún plan para suprimir algunos de estos programas sociales, sino que deben proseguir con algo menos de intensidad. Algo menos rápidos.»
Harán adaptaciones ante la preocupación de que hay que ser muy cauteloso y meticuloso con los presupuestos. Hay buenos consejeros en este ámbito, en el Ministerio de Hacienda, hay un consejo económico, son muy buena gente, especialistas que apoyan también el proceso bolivariano, que saben algo del asunto. Hace dos, tres años empezaron a retirar sus depósitos de los EE.UU. , a salirse del dólar, y se han ido en gran parte a ­Europa. Se quiere seguir probando, claro que en la confianza de que el precio no se desplome por los suelos. Y según su evolución, se volverán a elevar las aportaciones al fondo social. En este marco, lo que es posible, intentan alcanzar los objetivos con los medios del presupuesto. Este es el trasfondo, ingresos del petróleo, presupuesto, y si es posible reelección, claro está. La posibilidad de ser reelegido no está garantizada. Tampoco consta en la Constitución que «El Sr. Chávez debe ser elegido de por vida». Veo aquí un cambio fundamental en América Latina, es una revolución pacífica unida con el Estado de derecho. No es ninguna dictadura. Se celebran elecciones. Y esto conlleva sus gastos, puesto que los adversarios pueden participar, siempre que no se retiren como en 2006. Esta circunstancia llevó a un Parlamento compuesto en un 100% por miembros fieles al Gobierno. Y así será durante los dos próximos años. Entonces volverá a haber nuevas elecciones, entonces podrán volver a entrar. Así, y mediante las últimas elecciones locales, se ha consolidado notablemente el poder del Gobierno de Chávez. El tiempo de las contiendas violentas parece haber pasado. Son desarrollos democráticos y será difícil alterarlos.
A esto se suma que Chávez tiene una repercusión continental. Parte de los nuevos Gobiernos son consecuencia de lo que ha ocurrido en Venezuela con Chávez. El desarrollo de Venezuela ha mostrado a los perjudicados de los otros estados latinoamericanos que no están fatalmente entregados a las fuerzas internas y externas hasta ahora dominantes, sino que se puede ofrecer resistencia efectiva. Se puede elegir a la izquierda, por ejemplo, y ejercer así mucha influencia en lo que ocurre allí, incluso para una política de solidaridad activa. Existen diversas organizaciones, como Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) y otras que han influido ya en el caso de Bolivia. En mayo de 2008 se fundó Unasur y en agosto se celebró ya la primera sesión urgente en la que todos, incluidos los colombianos, dijeron que no apoyaban los intentos de separación en Bolivia. Ahí no vuelven ya los usamericanos. Algo se despliega en el continente, un refuerzo, una solidaridad, que crece y que, sobre todo, se ha iniciado en Venezuela. Así el proceso tiene repercusiones más allá de las fronteras nacionales.

Gracias por la entrevista.•

(Traducción Vicente Romano, www.tlaxcala.es)

*Walter Suter, que durante decenios trabajó en el servicio diplomáticvo de Suiza y durante más de treinta años tuvo vinculaciones con América Latina, estuvo de 2003 a 2007 como embajador extraordinario y plenipotenciario de Suiza en la República Bolivariana de Venezuela, en Caracas. Al mismo tiempo fue Jefe de la Inspección Financiera y Consular del DFAE (Departamento federal suizo de Asuntos exteriores) hasta su jubilación en 2007.