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18 juillet 2016
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Horizons et debats  >  archives  >  2008  >  N°35/36, 8 septembre 2008  >  «Dejar de lado lo que nos divide, mejorar la situación de nuestros pueblos, contribuir a la paz y a la seguridad» [Imprimer]

«Dejar de lado lo que nos divide, mejorar la situación de nuestros pueblos, contribuir a la paz y a la seguridad»

 

Interviú con el embajador ruso Valery Loshchinin

Valery V. Loshchinin es embajador extraordinario y plenipotenciario, representante permanente de la Federación de Rusia en las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales en Ginebra, así como Representante permanente en la Conferencia para el desarme.
Nació en 1940 en la región de Gomel (Bielorusia). En 1964 terminó sus estudios en la Universidad del estado de Bielorusia (Minsk) y en 1977 obtuvo el diploma de la Academia diplomática del ministerio soviético de relaciones exteriores (Moscú). Comenzó su carrera diplomática en 1965 en el Ministerio bieloruso de relaciones exteriores y desde 1977 ha trabajado para el Ministerio de relaciones exteriores de la URSS. Desde 2002 hasta 2005 ha sido ministro adjunto de relaciones exteriores de la Federación de Rusia.

Horizons et débats: La primera pregunta concierne al conflicto de Georgia. Querríamos saber qué ocurre, los medios de occidente afirman que Rusia es culpable y el proceder de Georgia no es motivo de discusión. Quisiéramos obtener información sobre lo que realmente sucedió para poder transmitirla a nuestros lectores.

Embajador Valery Loshchinin: En primer lugar gracias por su visita. Es importante que quieran tener una información auténtica, sobre todo considerando lo que ocurre en los medios de comunicación occidentales. Ésto suscita una serie de preguntas sobre la libertad de prensa en esos medios, porque se trata de una campaña de propaganda muy bien organizada en contra de Rusia. Esa campaña no tiene fundamento, es contraria a las normas de la información auténtica e independiente, y contribuye a socavar los valores democráticos.
La realidad es diferente. Usted mencionó el conflicto entre Rusia y Georgia: se trata de un conflicto entre Georgia y las regiones Osetia del sur y Abjasia. Ese conflicto no es nuevo, sino que se remonta hasta dos siglos. Nunca ha cesado de existir, salvo una paz frágil pero estable en los últimos 16 años, a la que contribuyó la presencia de los cascos azules – entre ellos soldados rusos.
¿Qué ocurrió? Pareciera que la agresión militar de Georgia contra Osetia del Sur fue bien planeada y apoyada por algunos países que no quisiera mencionar. Constatando que el tiempo pasaba, e inspirándose en el precedente del Kosovo, Saakashvily decidió hacer una guerra «relámpago». Su propósito era llevar adelante la ofensiva y ocupar la capital de Osetia del Sur, Tsjinvali. Ésto lo hizo con la esperanza de recibir apoyo de la OTAN y de los países de occidente – lo que no ocurrió.
Comenzó su guerra relámpago utilizando el sistema de misiles (llamado GRAD); esta artillería no puede atacar objetivos precisos y por lo tanto cubrió amplias zonas en las que destruyó todo, también la infraestructura civil. Fue un ataque contra su propio pueblo, en Tsjinvali.
La agresión comenzó de noche, cuando la gente dormía. Según las últimas informaciones, que deberán ser confirmadas, murieron más de 2100 personas. Ésto es terrible para el pueblo de Osetia del Sur que no cuenta con más de 70 000 habitantes. La población en total es mayor, pero muchos viven en el norte de Osetia y en Rusia.
Según la convención de la ONU de 1948 sobre prevención y sanción del genocidio, esta agresión, que duró una noche y un día y provocó la muerte de miles de osetos, fue verdaderamente un acto de genocidio. Otro problema es que obligaron a la población a abandonar sus hogares. Un éxodo tuvo lugar. Más de 32 000 personas huyeron de Osetia del Sur y ahora están refugiadas o desplazadas en el interior de su propio país. Se trata de la mitad de la población. Fue una limpieza étnica. Está bien claro.
Sabemos que a nuestros aliados no les gusta que hablemos de limpieza étnica, genocidio, etc. Es comprensible, ya que ellos sostienen ese gobierno, lo entrenan, han invertido en él mucho dinero y lo han presentado al mundo como un modelo ejemplar de democracia.
Y ahora, esa democracia practica una política de limpieza étnica; para nuestros aliados occidentales es inaceptable el reconocer este hecho. Si bien esos estados consideran normal el acusar a otros de realizar limpieza étnica, ésto no es aplicable a la Georgia «democrática». Ellos saben que, en parte, son responsables de lo ocurrido. Ésto los ha incitado a defender con vehemencia el régimen de Saakashvili y todo lo que ha hecho ese régimen criminal durante la agresión georgiana, invirtiendo los hechos para atribuir la agresión a Rusia. Afortunadamente, cada vez más personas en los países occidentales toman consciencia de lo que realmente sucedió.
Hace unos días, Valery Gergiev, un músico de renombre internacional, director de la orquesta de la ópera Marien de San Petersburgo, dió un concierto para los habitantes de la destruída Tsjinvali. Es una persona íntegra, abierta, independiente y de excelente reputación. Dijo que Tsjinvali le recordaba a Estalingrado. Fue terrible.
Los georgianos llamaron a su operación «Clear field» (campo limpio), lo que es similar a limpieza étnica, matanza y destrucción general. Lo que quieren es un territorio «limpio» de osetos. Ésto es lo que ellos entienden como integridad territorial. Esta política es absolutamente inaceptable y constituye un peligro para cada uno de nosotros.
Después de todo ésto, hay quienes dicen que las puertas de la OTAN están abiertas para Georgia. La agresividad de Tbilisi agrava la situación, ya que ella podría implicar a la OTAN en provocaciones muy peligrosas.
Y, dicho sea de paso, Saakashvili, ya intentó implicar a los países occidentales en sus acciones militares, por el hecho de pedir apoyo a la OTAN. ¿Se imagina lo que hubiera ocurrido si ésta hubiera accedido a sus requerimientos? Ya no serían algunos enfrentamientos entre Rusia, Georgia y Osetia del Sur, sino que sería un conflicto entre Rusia y los países occidentales. Es terrible.

En los últimos meses, se han constatado repetidas hostilidades verbales contra Rusia. Después de la elección de Medvedev, la prensa occidental ha lanzado constantemente ataques propagandísticos contra Rusia.
Y ahora tenemos este conflicto. ¿Cree Usted que podría existir un plan estratégico en contra de Rusia, para mantenerla fuera de Europa e intentar controlarla? La otra pregunta se refiere a las bases antimisiles en Polonia cuyo contrato acaba de firmarse: ¿Cree Usted que existía el plan de hacer la guerra en Osetia del Sur, para lograr que los otros países se acerquen a la OTAN, se decidan a firmar el contrato y a apoyar la política de EE.UU.?

Lo que tenemos que entender es que Georgia va a estrechar sus relaciones con Europa y también con EE.UU. ¿Porqué no? Pero el gobierno actual en Tbilisi cree que podría acelerar ese proceso, teniendo malas relaciones con Rusia. Es un método totalmente falso. Es falso, porque la solución de los problemas de Georgia es sólo posible sobre la base sólida de una relación amistosa con Rusia.
Como Usted sabe, en la época soviética hubo problemas entre la Unión Soviética y Georgia – así como en Abjasia y Osetia del Sur – pero a pesar de ello convivían. ¿Porqué? Porque vivían dentro de ese gran país y estaban protegidos. Pero al desintegrarse la Unión Soviética, Abjasia y Osetia pasaron a formar parte de Georgia, quedando, por así decir, frente a frente con Tbilisi. Como en el pasado ya habían tenido algunas experiencias con los georgianos, decidieron protegerse proclamándose de inmediato independientes de Georgia. El primer paso para solucionar sus problemas es mantener buenas relaciones con Rusia. La pelota está del lado georgiano.
Con respecto a Polonia: mi opinión personal es que Polonia y EE.UU. hubieran firmado ese contrato, con o sin esa agresión de por medio. Tal vez no ahora, pero más adelante. En principio, ya estaba todo preparado. Pero Usted tiene razón al decir que las bases antimisiles no van dirigidas contra Corea del Norte, ni contra Irán, sino contra Rusia. Nosotros lo hemos repetido frecuentemente en las negociaciones frente a nuestros aliados norteamericanos. Pero dicen: «Sí, vamos a cubrir vuestro territorio, pero no significa que hacemos algo falso u hostil en contra de Rusia.» Nosotros no somos ingenuos: la realidad es totalmente distinta.

¿Qué papel tiene Alemania en el conflicto actual?

Algunas actividades de Alemania con respecto a Georgia son conocidas. Primeramente, porque Alemania forma parte del «grupo de amigos de Georgia». Se trata de un grupo de amigos del Secretario general de la ONU para Georgia, del que forman parte Alemania, Francia, Rusia, Gran Bretaña y EE.UU. De tanto en tanto nos encontramos, también aquí en Ginebra.
Debo decir que Alemania siempre ha ayudado a promover iniciativas e ideas. Por ejemplo, existe una «Fórmula de Boden». El embajador Boden era el representante del secretario general. Es un alemán muy honesto, imparcial, y yo diría un sabio diplomático. Su fórmula para solucionar el conflicto entre Georgia y Abjasia fue largamente discutida. Pero después de la reciente agresión, dejó de ser una base para las negociaciones.
Lo que considero importante ahora, es que otros países no intenten de hacer ingresar a Georgia en la OTAN. En la actual situación, no sólo sería un desafío, sino que Rusia lo consideraría como un acto hostil.
Y, francamente, no aportaría nada a la seguridad de Georgia. Ésto significa simplemente que la OTAN querría acercarse a la frontera rusa, lo que puede ser interpretado como el hecho que, para la alianza, Rusia es un potencial opositor – o un posible enemigo.
Por eso es indispensable mejorar las relaciones con Rusia. Ha llegado el momento de sentarse juntos y hacer revisión de los hechos y temas, para lograr un mejor entendimiento y tomar medidas para que nuestras relaciones se orienten a la cooperación y no al distanciamiento. La diplomacia rusa siempre ha tenido una posición abierta y constructiva en las relaciones internacionales, y estaría dispuesta a analizar a fondo todas las cuestiones de interés común con sus aliados occidentales. Aprovechemos la situación para reunirnos nuevamente, con el propósito de dejar de lado lo que nos divide, mejorar la situación de nuestros pueblos, y contribuir a la paz y a la seguridad.

¿Qué papel tiene EE.UU. en esta cuestión?

El embajador de EE.UU. en Moscú dió ayer un interviú en el conocido diario «Kommersant». En él declaró que Rusia tenía el derecho de reaccionar frente a las operaciones georgianas. Esta declaración debería ser interpretada como una confirmación de que EE.UU. sabe quien es el agresor, y que no tiene interés de involucrarse en el conflicto.

¿Qué pueden hacer la Unión Europea y los países europeos para poner fin a este conflicto y estrechar las relaciones con Rusia y los otros países? La política europea ¿cómo puede beneficiar la paz en el mundo?

Ante todo, deberíamos aplicar el documento de seis puntos aprobado por los presidentes Medvedev y Sarkozy. Ese documento se encuentra sobre la mesa del Consejo de Seguridad. El principio esencial de ese documento es desistir de la violencia y parar inmediatamente toda acción militar. La Unión europea aprueba ese plan. Algunos miembros del Consejo de Seguridad son escépticos, pero es importante que éste lo acepte para facilitar su puesta en práctica. Rusia ha comenzado su retirada gradual de la que los medios de comunicación informan ampliamente. No obstante, en el interior de la zona de seguridad en Osetia del Sur, vamos a dejar unidades para el mantenimiento de la paz, porque éstas son necesarias para garantir la seguridad de los habitantes.
Si el plan de seis puntos es aceptado, sobre todo el principio de la no violencia, todos los otros problemas podrán ser resueltos mucho más fácilmente.

Según su parecer ¿cómo será la situación al finalizar el debate?

Es difícil decirlo con absoluta seguridad. Usted sabe que ayer unos 60 000 abjasos (más de una tercera parte de la población) se reunieron en el centro de Sujumi, capital de Abjasia, para declarar su independencia. Un acontecimiento similar tuvo lugar en Tsjinvali, capital de Osetia del Sur. El pueblo exigió que se reconozca la independencia de la provincia, no solamente con respecto a Rusia sino a todos los otros países. El lunes próximo habrá reuniones en la Duma en Moscú y también en el Consejo de la Federación rusa para tratar esta cuestión.
Según mi experiencia, nuestro parlamento reaccionará positivamente a estas exigencias. Ésto no significa que el reconocimiento por parte del gobierno será de inmediato. Pero, como lo expresó nuestro ministro del exterior, todo depende de lo que haga Georgia.
Saakachvili no mantiene sus promesas y habló de reconstruir el aparato militar, incluso de reforzarlo. Yo no sé cuales son sus verdaderas intenciones, si está interesado en la paz y la integridad territorial o no. Sus acciones van a determinar el destino de su país y él es el responsable. Se trata allí de la segunda limpieza étnica en Ostesia del Sur y en Abjasia en los últimos 16 años. Él no hace más que atizar los deseos de independencia. Si nuestro ministro de relaciones exteriores afirmó que todo depende de Georgia – del gobierno georgiano – es porque está convencido de ello.
Sinceramente, lo que nos interesa, es mejorar las relaciones con nuestros países vecinos. Ese sentimiento debería ser recíproco, pero, en cambio, Georgia ha decidido separarse de la CEI e ingresar en la OTAN.

Excelencia, muchas gracias por este interviú.    •

Un acto de guerra que ningún estado del mundo puede aceptar

thk. En 1776, Osetia decidió unirse al Imperio ruso, sobre todo para protegerse mejor de los ataques de los tártaros. Recién en los años 40 – por razones personales – Stalin dividió al pais en Osetia del Norte y del Sur, adjudicando esta última a Georgia. Después de la disolución de la Unión Soviética, para los estados nuevos, se adoptaron las mismas fronteras que en las antiguas repúblicas soviéticas; el sur de Osetia quedó así dentro de Georgia, contra la voluntad de la población que en 1991 había proclamado su autonomía de la provincia. En un referendo en noviembre de 2006, el 99% de la población osetia votó por la independencia y por una alianza con Rusia.
Después de 16 años, en Osetia del Sur hay una tropa internacional de protección, formada por unidades georgianas, rusas y osetas. Su misión consiste en impedir actos de violencia contra la población civil y asegurar una coexistencia pacífica. En la noche del 7 al 8 de agosto, tropas georgianas mataron a 15 soldados rusos e hirieron a más de 100.
Con ésto, Georgia atacó de hecho a Rusia, lo que equivale a una declaración de guerra. Al mismo tiempo, Georgia atacó brutalmente Tsjinvali, la capital de Osetia del Sur, matando a más de 2000 civiles y destruyendo casi todas las infraestructuras civiles. Se trata de un acto de guerra que ningún pais del mundo puede aceptar.