Cáncer infantil en los entornos de centrales nucleares alemanasRazones de fondo y evaluación radiobiológica de los datospor Prof. Dr. Edmund Lengfelder, Instituto radiobiológico de la Universidad Ludwig-Maximilian de Munichzf. A fines de noviembre, tuvo lugar frente a un numeroso público en el hospital de la Universidad de Zurich, un acto de la Sociedad Hipocrática Suiza, www.hippokrates.ch. Los temas candentes fueron el estudio alemán sobre cáncer infantil y los riesgos de la nanotecnología. El Prof. Edmund Lengfelder resume a continuación los puntos fundamentales de la primera parte de su conferencia. A raíz del número inusitado de casos de leucemia infantil en el entorno de la central nuclear de Krümmel y del vecino Centro de investigación de Geesthacht al este de Hamburgo, comisiones de científicos e investigadores inquirieron las causas de este fenómeno. Encomendado por el ministro de medio ambiente Dr. Töpfer, el Prof. Michaelis, con la ayuda del Registro Nacional de Cáncer Infantil de Alemania en la Universidad de Maguncia (Mainzer Kinderkrebsregister) de los años 1980 a 1990, llevó a cabo una investigación en todos los entornos de centrales nucleares alemanas. En 1992, el Ministerio de medio ambiente informó a la población alemana sobre el resultado: en un área de 15 km. alrededor de centrales nucleares, no se había registrado un incremento de casos de cáncer y leucemia entre niños de hasta 14 años. Sin embargo, de un control de los resultados realizado por miembros de la Comisión de leucemia de Schleswig-Holstein (en actividad de 1992 hasta 2004) resultó el siguiente diagnóstico:
«Nuestro estudio ha confirmado que se observa en Alemania una relación entre la distancia de la vivienda con respecto a la próxima central nuclear […] y el riesgo para los niños de contraer cáncer o leucemia antes de los 5 años de edad. […] La exposición a rayos ionizantes no ha sido ni medida ni evaluada (modelada) […] la radiación ionizante que emiten las centrales nucleares en su funcionamiento normal, no puede interpretarse básicamente como una causa.» La afirmación de los autores del estudio KiKK, según la cual la exposición de los niños a los rayos no fue evaluada, se ha comprobado que es falsa. En el año 2006, esos mismos autores expusieron su metodología en un «Informe sobre un estudio epidemiológico en realización». Ellos aclaraban en detalle, que para sustituir la falta de datos individuales sobre los perjuicios de la radiación en los niños, se determina la distancia individual entre la vivienda y la central nuclear, y con la ayuda del principio de distancia se puede calcular aproximadamente una relación dosis-efecto. «éstos pueden considerarse como soportables y justificables comparados con las ventajas que resultan del uso de la energía atómica.» En 1965, aclaró la ICRP que el valor límite de 5 rem para las dosis gónadas: «[…] permite un márgen razonable para la expansión del programa de energía atómica.» En 1969, la Comisión atómica alemana que, apelando a la ICRP, fijó los márgenes de radiación aún hoy vigentes, aclaró: «[…] que esa contaminación radiactiva es inevitable si se quiere que los costos se mantengan soportables.» El gobierno designa a científicos como asesores de su comisión para la protección radiactiva. Así, en 1987, su presidente Prof. Jacobi manifestó en televisión: «Él que muere de cáncer a causa de Tschernobyl, entonces no se muere por otras causas, porque todos tenemos que morir de algo.» En el verano de 1993, el Dr. Kinzelmann, médico de la central nuclear Neckarwestheim, declaró públicamente a propósito de los informes controvertidos de los científicos con respecto a la energía atómica: «Siempre conseguiré los científicos que me traen ‹buenos› resultados si pago lo suficiente.» Prof. Hubert Markl, presidente de la Max-Planck-Gesellschaft, declaró con respecto al incremento de enfermedades: «Es indiscutible, que también en las ciencias – con más frecuencia de lo que nosotros científicos querríamos – existen impostores. No sólo cometen negligencia, sino fraude realmente intencionado.» Con el amianto, el fumar pasivo, las consecuencias de Tschernobyl y otros ejemplos, está indudablemente comprobado que círculos de influencia en la política y la economía, se sirven de científicos «adecuados» para restar importancia o negar, por dos o más décadas, daños graves a la salud que son evidentes, y así engañar a la población. Prof. Dr. Edmund Lengfelder Strahlenbiologisches Institut, Ludwig-Maximilians-Universität München Schillerstr. 42, D-80336 München |